Escrito por Prensa FundaMusical Bolívar
Rafael Rondón, joven original de Caicara del Orinoco, estado Bolívar, es paciente de la unidad oncológica del Hospital J. M. de los Ríos desde hace dos años, y desde hace tres meses, recibe clases de música como parte del Programa Hospitalario del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Desde entonces, se siente mucho mejor:
Los profesores tienen paciencia y dedicación y hemos aprendido mucho de ellos. Me siento muy bien porque pienso en otras cosas y no en la enfermedad. Siento otro destino, otra calidad de vida (…) y tocando el cuatro me siento profesional.
Rondón es uno de los 350 pacientes que se benefician del Programa Hospitalario, desarrollado desde hace un año en el Hospital J. M. de los Ríos y el Cardiológico Infantil de Montalbán. Este nuevo eje social de El Sistema brinda enseñanza musical a niños y jóvenes con enfermedades crónicas para ayudarlos a sobrellevar su estado de salud, así como los tratamientos médicos a los que son sometidos.
Marlon Franco, violinista y docente de El Sistema, es el creador de la iniciativa. Hace un año decidió incursionar en el campo de lo que se ha dado a conocer como “musicoterapia” y le propuso la idea a la directiva del J. M. de Los Ríos, quienes, entusiasmados con el proyecto, lo incorporaron de inmediato a sus terapias artísticas.
Para Franco, el amor ha sido el principal motor que ha impulsado el trabajo que llevan a cabo los profesores involucrados en el programa de enseñanza musical, dedicados con paciencia a enseñar música a niños y jóvenes con enfermedades crónicas leves y otras más severas.
Es así como, desde el 18 de junio de 2012, un equipo de cinco docentes comprometidos asisten cuatro días a la semana, de 8:30 am a 6:00 pm, para impartir clases de cuatro, violín y canto, con la idea de enamorar a los chicos con la música e incorporarlos a los núcleos de El Sistema en el país.
“Muchos niños sufren de estrés por su salud, pero también hay muchos niños con aptitudes artísticas. Testimonios de sus madres, médicos y de ellos mismos indican que sus niveles de estrés han descendido notablemente al punto de que se sienten más fortalecidos para enfrentar los tratamientos (…) además, encontramos que los niños aprenden muy rápido porque están prácticamente todo el día en el hospital y desean aprender para mostrar luego sus avances, y eso nos ha sorprendido”, afirma Franco.
Augusto Pereira, jefe de Servicios de Oncología del J. M. de los Ríos reconoce en la música una nueva oportunidad para sobrellevar los procesos médicos de tratamientos con quimioterapia:
Ver cómo niños que nunca en su vida habían tenido un instrumento en sus manos aprenden a tocar tan rápido ha sido, incluso para ellos, un motivo de mucha alegría, de distracción, probablemente mejore el estado de ánimo de los pacientes y repercutirá sobre una mejor aceptación del tratamiento oncológico y probablemente veamos una mejor disposición y una mejor tolerancia al tratamiento.
La meta de este programa, en palabras de Franco, es “seguir y no parar” hasta lograr instalar el programa en el resto del país. También crear el perfil del profesor de música hospitalario para sensibilizarlo en el acercamiento hacia pacientes en tratamiento médico, y seguir llevando la enseñanza y los instrumentos musicales para mejorar la calidad de vida de quienes pasan mucho tiempo en hospitales. Aclara además que la experiencia hubiera sido imposible sin el apoyo de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, quienes les han permitido atender a sus niños mientras están en tratamiento.
A propósito de su primer aniversario, el 24 de junio se llevará a cabo en el Hospital J. M. de los Ríos un seminario intensivo. El día 29 de junio a las 2:00 pm, en la sala Fedora Alemán del Centro de Acción Social por la Música (Caspm), un concierto aniversario integrará el Programa junto a otros niños y jóvenes del Programa Alma Llanera, con el acompañamiento de maestros, doctores y enfermeras.
Este programa forma parte de los logros que ha sumado durante 38 años el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, que pertenece a la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, demostrando que “Los niños y jóvenes venezolanos triunfan con la música”.