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Beethoven ha sido uno de los compositores más importantes de la historia de la música.
Vía: lamenteesmaravillosa.com | Por Raquel Lemos Rodríguez
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Sus obras continúan hoy estudiándose en las escuelas y conservatorios como un claro ejemplo de lo que fue la música en la época del Romanticismo. No obstante, aunque muchos los conozcamos por su creación musical, existen frases de Beethoven dignas de conocer y recordar.
Muchas de las frases de Beethoven unen la música y la vida, como si la una y la otra formaran parte de un mismo todo. Algo que nos permite acercarnos a cómo veía y sentía la vida Beethoven. Muchas de estas frases nos sorprenderán, otras nos instarán a reflexionar sobre cómo estamos experimentando nuestra existencia y, muchas otras, nos acercarán a ese universo musical en el que Beethoven se convirtió en todo un genio.
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La virtud trae la felicidad
«Recomendad a vuestros hijos que sean virtuosos, solo la virtud puede traer la felicidad, no el dinero».
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Esta primera de las frases de Beethoven nos permite reflexionar sobre la importancia que le damos al dinero. En la actualidad, continuamos diciéndole a los hijos «esa carrera no tiene salidas», «cómo vas a ganarte la vida dibujando cuadros». Esto no solo resta motivación, sino que también frena a aquellos jóvenes que transpiran creatividad, innovación y genialidad.
Esta frase debería hacer que nos planteemos si tener un sueldo fijo y garantizado al mes -en caso de tenerlo- nos aporta felicidad. Si conseguir un trabajo corriente nos hace feliz o si, por el contrario, estaríamos más satisfechos construyendo un camino propio. No encerremos bajo llave la virtud por creencias y miedos que creemos que nos pondrán a prueba.
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La pasión en la clave
«Tocar una nota equivocada es insignificante. Tocar sin pasión es imperdonable».
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Otra de las frases de Beethoven puede aplicarse hoy día para que superemos, de una vez, el gran miedo que tenemos a equivocarnos. Fallar, equivocarnos, parece algo imperdonable. Tan solo pensar en esto, la vergüenza nos invade y deseamos escondernos de todos.
No obstante, ¿qué ocurre con la pasión? De nada sirve tocar una pieza musical perfecta si no hay pasión en ella. La pasión supera a cualquier tropezón y a cualquier error. Es lo que de verdad le da sentido a la vida, es el empuje de la misma y de lo que uno hace. Por lo tanto, algo tan importante como era la música para Beethoven, hacerlo sin pasión era algo imperdonable.
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Todos los obstáculos pueden ser superados
«Tal vez sirva de consuelo a los desgraciados saber que uno como ellos, a pesar de todos los obstáculos de la naturaleza, hizo todo lo que estaba en su poder para ser aceptado entre los artistas y hombres de valor».
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¿Cuántas veces hemos dado vuelta hacia atrás porque nos hemos encontrado con un obstáculo? ¿En cuántas ocasiones nos hemos sentido inferiores a otras personas? A veces, consideramos que nunca podremos llegar a ser astronautas, modelos u otro tipo de objetivos que las personas de nuestro alrededor ven irrealizables. Nos contagiamos de su falta de fe y ni siquiera lo intentamos o hacemos un verdadero intento.
No obstante, nos olvidamos de que aquellas personas que ahora admiramos estuvieron en nuestro lugar o en otro mucho peor. Muchas de ellas tuvieron que luchar mucho para materializar lo que un día imaginaron, cambiando y aportando valor a la sociedad. Para conseguir nuestros objetivos tenemos que trabajar duro, porque sí hay algo certero es que la propia inercia no es suficiente para lograr la mayoría de ellos.
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Los límites del acceso al arte
«Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara».
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Esta última de las frases de Beethoven, el compositor deja de manifiesto su deseo por ayudar a la gente sin recibir nada a cambio. Una actitud altruista ante el ofrecimiento de su talento a aquellos que más lo puedan necesitar. Sin embargo, el dinero, los intereses y el miedo a que las personas que tomen lo que necesiten lo dañen, provoca que esto no suceda. Nos volvemos egoístas. Nos limitamos en todos los sentidos.
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