EL lado B de la música
Ludwig van Beethoven es considerado uno de los compositores más importantes de la historia, con obras maestras como sus nueve sinfonías, sus sonatas para piano y sus cuartetos de cuerda. Sin embargo, detrás de su innegable genio musical se escondía una infancia terriblemente difícil que marcó profundamente su carácter.
Beethoven nació en Bonn, Alemania, en 1770. Su infancia estuvo dominada por la figura de su padre, Johann, un músico frustrado que descargaba sus fracasos y frustraciones en el alcohol. Johann sometía al pequeño Ludwig a una férrea disciplina musical, obligándolo a practicar al piano durante horas, a veces hasta altas horas de la noche. Incluso hay relatos de cómo lo despertaba a golpes para que se pusiera a tocar.
Este trato abusivo y autoritario por parte de su padre alcohólico fue configurando la personalidad atormentada de Beethoven. Generó en él un profundo resentimiento y odio hacia su progenitor que arrastraría el resto de su vida.
La relación de Beethoven con su padre empeoró a medida que Ludwig crecía y desarrollaba su propio talento musical. Beethoven se rebelaba contra la autoridad paterna, negándose a tocar si no se le pagaba. Johann, enfurecido por la pérdida de control sobre su hijo, llegó a encerrarlo en el sótano para obligarlo a ensayar.
Esta tortuosa relación familiar tuvo graves consecuencias psicológicas para Beethoven. Se volvió un adulto solitario, irritable, proclive a cambios de humor bruscos y ataques de ira. Rompía y destrozaba partituras e instrumentos en arranques coléricos.
Su infancia marcada por el maltrato y el sometimiento al talento musical está detrás de rasgos tan conocidos de Beethoven como su carácter huraño y melancólico. Incluso su creciente sordera a partir de los 26 años, que lo aisló progresivamente del mundo, se ha relacionado con el trauma de escuchar los constantes gritos de su padre.
En definitiva, la genialidad musical de Beethoven no puede entenderse sin conocer el contexto de su terrible niñez y las secuelas que ésta dejó en su compleja personalidad, tan fundamental para comprender la profundidad emocional de sus composiciones. A pesar de su padre, o quizás por culpa de él, Beethoven se convirtió en uno de los más grandes genios de la historia de la música.