Por tercera oportunidad el electrizante director venezolano Christian Vásquez se encuentra con el violinista y director israelí Pinchas Zukerman, en esta ocasión el maestro Vásquez dirigirá al violinista en el Concierto para Violín y Orquesta en Si menor de Edward Elgar. El concierto se realiza en el marco del Festival Beethoven en el que además el mismo Zukerman dirigirá la 2da. Sinfonía de Beethoven. La cita es en el Salle Southam Hall en Ottawa Canadá el próximo 2 de octubre.
Christian Vásquez recibió a “Venezuela Sinfónica” después del concierto de pre-gira de la Sinfónica Juvenil “Teresa Carreño” de Venezuela, para dar sus impresiones ante este nuevo compromiso junto a quien es una de las figuras que más ha influenciado en su carrera.
–Pinchas Zukerman, estuvo en Caracas en 2010, recordamos ese concierto memorable en el que compartieron la batuta y usted se sentó a tocar en la segunda fila de violines ¿Qué nos dice de ese encuentro?
–Para mí eso fue muy emocionante, el hecho de dirigir a Zukerman, en Venezuela, en mi país. Yo que soy violinista, nací escuchando sus discos, viendo sus videos, toca viola también. Cuando me enteré que quería venir a Venezuela y hacer contacto conmigo, yo no lo podía creer. Yo había estado un año antes de que él viniera a Caracas en Ottawa, haciendo un doble concierto La Muse et le Poète, Op. 132 (para Violín y Violoncello) luego él quiso hacer el mismo repertorio aquí, más el Doble Concierto para violín, violoncello y Orquesta de Brahms. Por eso cuando mi manager me dice que quiere venir a Venezuela a tocar conmigo, no lo podía creer.
–¿Qué significa para usted esta invitación?
–Hace ya un año mi manager me dice que Zukerman me quiere para este concierto e inmediatamente dije que sí. Es un gran honor, la oportunidad de ir a Canadá, ya que dirige la Sinfonía No. 2 de Beethoven y me pide que le dirija el Concierto para violín y orquesta de Edward Elgar, que para ser sincero no lo conocía con detalle, lo había escuchado hace tiempo que me regalaron un CD, y es un concierto larguísimo de 40 minutos. Sólo el hecho de que Zukerman me tome en cuenta ya es algo extraordinario.
–¿De qué manera te ha ayudado, en tu técnica de dirección?
–Cuando fui la primera vez, trabajamos mucho y me corrigió unos detallitos, como que hiciera los movimientos más cortos y que anticipara un poco más. Esos consejos han dado resultado porque primero uno manda un mensaje mucho más claro a los músicos sin necesidad de esforzarse tanto, porque a veces se hacen gestos innecesarios que estorban a la orquesta.
–¿Cuando viajaste por primera vez a Canadá sentiste alguna, duda, nervios?
–Sólo nervios, yo siempre estoy muy seguro de mí, porque estudio muchísimo y siempre trato de prepararme muy bien. Pero cuando supe que iba a dirigir a Zukerman no podía dormir, y en el segundo concierto, antes de entrar, sentía náuseas de los nervios, hasta me mareé y todo, pero después del concierto fuimos a comer y Zukerman estaba muy contento y queda la satisfacción de la misión cumplida.
–¿Cómo haces con el idioma?
–Bueno yo estudio inglés online y ya me defiendo mejor, pero la primera vez que viajé hablaba muy poquito, solo lo básico, y no tenemos intérpretes. Los músicos entendían por los gestos que uno hace con las manos y la cara, como no hablaba el idioma expresaba todo con mis manos. Luego del concierto hablando con el concertino que es italiano, me comentó que no me hacía falta, porque me había hecho entender perfectamente con las manos.
–La Teresa Carreño sale de gira por segunda vez, ¿Cómo afrontan este nuevo reto?
–Recuerdo hace 2 años en Alemania, el público estaba de pié como si el concierto ya se hubiera acabado y todavía faltaba la 5ta. de Tchaikovsky, a los músicos se le salían las lágrimas de la emoción. Eso es algo que siempre recuerdo, ese día dimos el todo por el todo y la gira empezó de esa manera y cada concierto fue cada vez mejor. Por eso como les decía ayer en el ensayo general a los muchachos “hoy para nosotros empezó la gira” el repertorio que hoy interpretamos es el mismo que llevaremos a Europa, y cada concierto tiene que ir hacia arriba. El compromiso es más alto, pues ya conocen a la Teresa Carreño de la gira del 2010
–¿Cuántas horas ensayan al día?
–Para la preparación de esta gira, ensayamos 7 horas diarias durante 7 semanas, de 2 a 9.
–¿Que más puedes decir de este concierto que tienes en 2 días en Canadá con la NAC Orchestra?
–Para mí de verdad es un privilegio dirigir una de las pocas leyendas vivas del violín como lo es Zukerman y poderlo disfrutar y aprender de él, porque en los ensayos le gusta trabajar y se aprende mucho. Además poder sentir el sonido de ese violín que es una cosa grandísima, es una emoción enorme.