La cinta fue estrenada en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam
Prensa Leo Blanco. Amazonia Management
El compositor y pianista merideño creó las notas que acompañan la historia dirigida por el investigador Eliezer Arias, y que fue galardonada con el Primer Premio del Festival de Cine Documental de República Dominicana. La película, centrada en las zonas rurales de Los Andes venezolanos, expone una problemática socio-psicológica que ocurre en un pequeño pueblo de los páramos venezolanos
La música de Leo Blanco danza entre el dolor y los espléndidos paisajes merideños. Entre la profundidad emocional de dos madres que lamentan haber perdido a sus hijas. Suena entre el relato de cómo María José y Nancy se sumaron a la larga lista de suicidios que, desde los años 90, abundan como una epidemia en las zonas rurales de Los Andes venezolanos. Las creaciones del compositor nacido en Mérida describen, desde la fotografía de paisajes andinos, las historias que narran los personajes “reales” de El Silencio de las Moscas, dirigida por el investigador Eliezer Arias. La cinta ya recibió el premio al Mejor Documental en la primera edición del Festival de Cine Documental de República Dominicana.
“Me desconcertó el conocer que en estas tierras tan hermosas, a las cuales además pertenezco, un área de aparente paz y serenidad y en una comunidad con gran éxito en el área agrícola, pudiese existir un índice de suicidio de jóvenes a nivel epidémico. El tema, de por sí, propone un reto para cualquier compositor. Una importante cantidad de mis composiciones han sido concebidas precisamente en estas tierras. Así que, desde el principio, supe que sería una experiencia única hacer música, esta vez, acerca de ellas y de la gente que las habita”, asegura el compositor venezolano Leo Blanco.
La cinta, que está sustentada en una investigación de más de cuatro años que realizó Arias, se presentó a sala llena y el mismo día, el 27 de marzo de 2014, en el Festival de Cine de Guadalajara, en México, y en el Festival de Cinelatino de Toulouse, en Francia. Además de haberse estrenado en el Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam, el más importante en su género y de formar parte de la programación del Festival de Cine Español de Málaga y del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias.
En cuanto a la complejidad de los elementos presentes en el documental, Blanco afirma: “Los Páramos andinos inspiran serenidad, a la vez que transmiten un fuerza natural arrolladora, que en mi caso, me llevan a un estado de reflexión y contemplación. Esta película/documental expone un tema bastante denso psicológica y emocionalmente hablando; mientras que exhibe, a través de su fotografía, un paisaje reflexivo e íntimo. El primer elemento que sabía que debía considerar, con igual importancia que la música, era el silencio, lo que hizo el manejo del proceso creativo mucho más delicado. En este trabajo hay un enlace temático musical para personajes centrales de la película, siendo el paisaje, también, parte esencial de la misma. Es un reto tratar un tema de tanta profundidad como El Silencio de las Moscas, una película cuyo objetivo sea quizás el dejar más preguntas que respuestas ante una realidad impactante”.
Leo Blanco, quien también es ampliamente conocido como pianista, ha desarrollado con mucha dedicación y profesionalismo una carrera importante como compositor. En sus reconocidas improvisaciones al piano, conviven por igual su formación dentro de la música académica, sus influencias sudamericanas, africana, del jazz y del world music. Influencias que se adueñan de las obras que escribe en sus producciones discográficas (Fin del Primer Capítulo, Roots & Effect, Africa Latina y Pianoforte), y en sus trabajos para otros solistas y ensambles, pero que sobre todo hoy forman parte del dolor que narra El Silencio de las Moscas.