Vía: El Nacional.com | MIGUEL ÁNGEL CARDOZO MONTILLA
Beethoven, incomprendido por muchos de sus contemporáneos al igual que otros genios a lo largo de la historia, logró hacer de la música una auténtica expresión de sus luchas y anhelos al desafiar los cánones de su tiempo, llevándola así hasta niveles que ni los grandes maestros que lo precedieron pudieron imaginar y que desplegaron para posteriores generaciones un inmenso abanico de posibilidades.
Algo análogo es lo que ha venido ocurriendo en el ámbito musical venezolano desde hace cuarenta años gracias a la iniciativa del maestro José Antonio Abreu; una iniciativa que, lejos de traducirse en un conjunto de rígidas prescripciones pedagógicas, se ha constituido en una inagotable fuente de oportunidades para la innovación.
La recién creada Orquesta Preinfantil del Núcleo San Antonio del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, la primera de su tipo en el país, es una de esas innovaciones y otra muestra de lo que ha hecho de El Sistema un referente internacional en materia educativa, más allá incluso de lo estrictamente musical.
Los privilegiados testigos de tan trascendental acontecimiento podemos dar fe de ello, aunque no por el aplomo y la maestría con los que nuestros niños, junto con los miembros de la coral del mencionado núcleo, acometieron en dicha gala la nada fácil tarea de interpretar la música del genial Beethoven, ni tampoco por la extraordinaria participación de la Orquesta Infantil de San Antonio de los Altos que, luego del destacado debut de la Preinfantil, ejecutó un exquisito repertorio de selectas piezas entre las que el “Aleluya” de El Mesíasde Händel se erigió en verdadera apoteosis interpretativa, sino por la actuación cotidiana de todos ellos y la felicidad permanentemente reflejada en sus rostros, frutos de tales experiencias.
Sea lo que fuere, es digna de elogio –además de prometedora a la luz de los primeros resultados– la idea de mejorar el proceso de desarrollo inicial de competencias para la ejecución instrumental mediante un “aprender haciendo” en el contexto orquestal, lo que lleva aún más lejos las fronteras educativas que El Sistema ya había expandido.
Por otra parte, es realmente alentador el que en la maltratada Venezuela de hoy exista aún la voluntad de coadyuvar a la cada vez más difícil labor de sembrar positivos valores que, a medio/largo plazo, desempeñarán un relevante papel en su futura reconstrucción.
¡Bravo por eso!… y enhorabuena, Orquesta Preinfantil de San Antonio de los Altos.