Durante tres días, 800 niños y jóvenes demostraron su talento y constancia en el canto coral, canto lírico y canto solista. La sede del IX Festival de Coros Bancaribe fue San Cristóbal
Caracas, octubre 2015.- Los días 23, 24 y 25 de octubre de 2015, el Teatro Luis Gilberto Mendoza de la ciudad de San Cristóbal abrió sus puertas al público tachirense para presentar el Noveno Festival de Coros Bancaribe. Fueron tres días consecutivos con las voces de 20 agrupaciones corales, conformadas por 800 niños y jóvenes, Embajadores Nacionales de Unicef, provenientes de las zonas centro y norte del estado Táchira, que ofrecieron un testimonio cantado del movimiento artístico y social que realiza el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en este estado del occidente venezolano.
Fue la Cátedra Regional de Canto Lírico la encargada de la inauguración del festival. Dirigida por Gregory Pino, esta cátedra es vital para el desarrollo vocal y técnico de las jóvenes promesas del canto en la región. El trabajo de Pino ha sido fundamental, pues ha convertido al estado Táchira en uno de los semilleros más importantes del canto lírico. Un festival como este, que reúne a los coralistas gracias al aporte invaluable de Bancaribe, también tiene esa misión: mostrar y fortalecer el talento que crece en las regiones de Venezuela. Una muestra de ello fue también la participación de los niños y jóvenes de los Coros Infantiles de los Núcleos La Tendida, San Juan de Colón, Seboruco, La Grita, Michelena, pueblos en los que el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela desarrolla un arduo trabajo en pro de la infancia y la juventud. Junto a ellos se presentó también la Coralina Del Táchira, agrupación que se caracteriza por su repertorio latinoamericano. Cada concierto cerró con un canto común con todos los participantes, una metáfora del espíritu de unión con el que comulga El Sistema.
Con las angelicales voces de la cátedra de canto solista infantil comenzó el segundo día del festival. El dúo de las flores, de la reconocida ópera Lakmé, de Léo Delibes, escrito para soprano, mostró la excelente técnica vocal con la que se forman los niños desde muy temprana edad. La sutileza de las voces dio paso a otra conmovedora escena: Coro Infantil Manos Blancas del Programa de Educación Especial subió al escenario para demostrar que no hay barreras cuando se quiere hacer música, que las manos pueden ser la voz de las que no la tienen. Los infantiles y Juveniles de los núcleos de San Antonio, Pirineos, Pellizari, Capacho, Táriba, Puente Real, Rubio y Núcleo Pueblo Nuevo, cautivaron el público con un canon barroco de Henry Purcell, titulado Sound the trumpet.
A los coros del Táchira se unieron, el tercer y último día del festival, los coros sinfónicos juveniles de Mérida y Zulia, que interpretaron repertorio de obras latinoamericanas y sacras de alta envergadura. Cada uno de ellos fue dirigido por su director titular: José Ángel Sánchez (Táchira), Argenis Rivera (Mérida) y Juan Carlos Bersague (Zulia). Un total de 192 coristas fueron dirigidos luego por la directora del Sistema Nacional de Coros, Lourdes Sánchez, para entonar un canto común. No podía faltar la actuación en conjunto con las orquestas regionales del estado, la Orquesta Sinfónica de la Juventud Tachirense Ríos Reyna y la Orquesta Sinfónica de la Juventud Tachirense Luis Gilberto Mendoza, con las que interpretaron la Novena Sinfonía, de Ludwig van Beethoven, bajo la batuta del maestro Guillermo Moreno.