A las 10:24 se dio la instrucción. Suena la marcha, le dijeron a la operadora de consola. Comenzaron a sonar aplausos en el auditorio de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo (UC). El homenajeado del día, José Calabrese, no merecía menos que el sonido de una orquesta recibiéndolo.
Vía: el-carabobeno.com | Por Luis Alejandro Borrero
El maestro recibió este jueves un doctorado por causa de honor de la UC, tras más de 50 años de carrera profesional como músico. Este no es el resultado de un momento en específico, sino el de todo un trabajo a lo largo del tiempo, dijo a El Carabobeño, con característica timidez en la entrada del auditorio minutos antes que le fuera concedido el reconocimiento. Calabrese ha sido por cuatro décadas el director de la orquesta sinfónica de la universidad.
Eran momentos tensos. Calabrese se hallaba entre los abrazos de algunos amigos que lo esperaban en las adyacencias del auditorio. Luego de una entrevista breve, pidió tiempo para ausentarse e ir hasta la parte posterior para un cigarrillo. Pero el tiempo estaba contado, se quedó encendido en la tierra por la mitad. “Maestro, es hora de pasar a ponerse el traje”.
A las 10:37 a.m. se abrió el acto oficialmente. La rectora Jessy Divo estaba como siempre que es vista en público: sonriente. El maestro inició su carrera a los seis años. Hablamos de más de medio siglo transitado con amor y verdadera maestría de la ciencia de los amores entre la armonía y el ritmo. Calabrese es también el fundador del Conservatorio de Música de Carabobo. Es nuestro maestro, mencionó Divo desde el podio.
Honrado, sorprendido y agradecido. Mi familia, lo más importante de todo, están muy felices, explicaba el director musical. Pero también sacrificio. A la cultura no siempre se le da la importancia. Pero en la balanza hay cosas mucho mejores. Tener una orquesta, un conservatorio para Carabobo y el país, compensan tanto esfuerzo, reconoció Calabrese.
Digno y virtuoso exponente de la cultura, le definía la rectora durante el acto oficial. Venezuela es una potencia musical, dijo el director de orquesta. Se siente muy esperanzador por el futuro, a los niños, dice, los ve muy entusiasmados con la música y su aprendizaje. A las 11:19 a.m. Calabrese firmó el acta que le confirmaba como doctor por causa de honor.
La UC sigue creyendo en el país. Pero son momentos difíciles, se nota en cosas pequeñas, como el cartel del baño del auditorio detrás del presidio. “Dañado”. Divo lo dejó claro al finalizar su discurso. Esta institución abrió sus puertas para nunca más cerrar. A pesar de la permanente amenaza y asedio, la UC resistirá. Cuánto sea necesario para garantizar su autonomía y pluralismo, afirmó.
Amor, educación y cultura
El discurso de Calabrese duró poco más de ocho minutos. Se confesó asaltado por recuerdos. Aquellos de su niñez, cuando todos los domingos había reuniones en la plaza bolívar de Valencia de gente engalanada. De allí partió todo. Mucha agua ha pasado por debajo del puente, comentó.
Los conciertos dominicales que ofrecían un poco de tranquilidad eran fundamentales, reflexiona el maestro. Esa Valencia romántica, definió. Pausado en su tono, Calabrese hace una especial mención a su coro, el que dirige en la UC, que le observa desde el segundo piso. Con ustedes siempre en las alturas, dijo.
Dentro de la alegría también hay espacio para la preocupación. Y Calabrese lo está. Pidió, si era posible pedir, que los padres cuiden a sus hijos. En ellos reposa el futuro. Amor, educación y cultura. Como decía Einstein, no hay energía más fuerte que el amor, recordó.
El acto culminó a las 11:33 a.m. Antes de bajar del presidio, la gente se puso de pie. Las autoridades esperaban la marcha triunfal de la UC para bajar las escaleras. Pero la operadora de audio se confundió y puso pop. La rectora se reía e hizo un gesto con su dedo índice, como diciendo jocosa: Esa no es, tras una corrección rápida y un auditorio que todavía se reía, Calabrese abandonó el recinto acompañado como nuevo doctor de la universidad.