Pues claro que lo es. Yo podría decir que es lo más importante que debe hacer un músico justo antes de salir a tocar. No todos lo hacen, no todos afinan sus instrumentos o, quizás, algunos no lo hacen como es debido. Está claro para todo músico que se precie que, al principio, dar afinado el instrumento no ha sido trabajo fácil. Sea el instrumento que sea, excepto el piano, no es trabajo fácil.
Vía: Elsonidoquehabito.blogspot.com/
Pero, bueno, ¿qué es realmente afinar?, ¿cómo afina una orquesta?
Afinar según la RAE es “poner en tono justo los instrumentos musicales con arreglo a un diapasón o acordarlos bien unos con otros” y, realmente se basa en eso que estás pensando. Sí. Afinar se basa en poner de acuerdo unos instrumentos con otros para todos, al tocar simultáneamente, suenen correcta y armónicamente perfectos. La frecuencia que crean las ondas sonoras se miden en Hercios (Hz). En 1995 se llegó al acuerdo de que toda orquesta debía afinar a 440 Hz pero la mayoría lo hacen a 442.
¿Cómo afina un orquesta? Si lo ves desde el público te parece algo un poco complicado y enrevesado pero, visto desde dentro es una de las cosas más “divertidas” que tiene la música. Aquí, entre nosotros, os cantaré que todas las orquestas salen afinadas al escenario, lo que hacen subidos ahí arriba de tocar sonidos “extraños” es puro paripé. Bueno, al grano. Una orquesta, cuando sube al escenario afina de una forma fácil:
Primero: el oboe da su nota “La” del registro medio mirando un aparatito que medirá sus ondas sonoras, el afinador.
Segundo: cuando el oboe esté correctamente afinado le pasará el “La” al concertino (el violín primero).
Tercero: cuando el violín haya cogido el la nota se la pasará a toda la sección de cuerdas y, a partir de esa nota, afinarán todas las demás cuerdas del instrumento.
Cuarto: cuando la sección de cuerda esté lista el oboe le pasa el “La” a toda la sección de viento madera.
Quinto: cuando viento madera ya está correctamente afinado el oboe será, también, el encargado de pasarle la nota a viento metal. Esta vez la nota ya no es “La”, sino que será “Si”.
Y listo. La orquesta está afinada. Ya puede comenzar el concierto.