El cuatrista es conocido mayormente como uno de los imprescindibles integrantes de C4 Trío, junto a Jorge Glem y Edward Ramírez, y de Los Sinvergüenzas. Pero el jueves 29 de junio se lanzará como solista en el BOD, a las 7:00 p.m.
Por Ana María Hernández Guerra | ESPECIAL PARA VENEZUELA SINFÓNICA
El músico merideño Héctor Molina se subirá a la tarima del Centro Cultural BOD el próximo jueves 29 de junio, a las 7:00 p.m. en un concierto que ha titulado “Inusitado”, y estará acompañado por invitados especiales como su esposa Yaritzy Cabrera (flauta), Marina Bravo (cantante), Edwin Arellano (bajo), Jorge Torres (mandolina), Manuel Rangel (maracas) y VJ Kobrakai.
-¿Por qué es un concierto “Inusitado”?
-Ese fue un evento que hice en Mérida bajo la producción de mi hermano Marco Molina. Fue algo informal. Yo estaba de vacaciones, y él me propuso “¿por qué no haces un toque tú solo?”. Planificamos el evento, y cuando estábamos buscando un nombre, él me decía que fuese con una sola palabra, y entre esas que estábamos buscando, estaba ésta, que significa algo inusual y sorprendente. Tomé un poco de eso. La gente me relaciona como integrante de un grupo, pero no como un músico que haya hecho una carrera solista, como sí la han hecho los monstruos con los que toco (se refiere a sus compañeros de C4Trío, Jorge Glem y Edward Ramírez). Yo he hecho antes conciertos solistas, pero han sido cosas muy pequeñas, tampoco he grabado un disco solo, cosa que mis compañeros sí han hecho.
-¿Y piensa que esta es la vía para comenzar a transitar ese camino como solista?
-Sí, creo que ya llegó el momento de asumir eso. En vista de las circunstancias, las crisis empujan a realizar este tipo de cosas. Ahora los proyectos de varias personas, como C4Trío, donde somos cuatro o cinco integrantes, movilizarse se hace complicado. Por eso decidí probar un proyecto solo. Cuando toqué en Mérida, eso fue en abril, me fue bien, sobre todo porque me sentí muy bien, sentí que tenía libertad de tocar lo que decidiera.
-¿Qué opinan sus compañeros de agrupaciones?
-Ellos están súper contentos, porque siempre me habían impulsado también, “hazlo tú también, lánzate como solista”, pero también hemos sido respetuosos con las carreras de cada uno. Y muy solidarios.
-¿Cómo va a ser el repertorio, de lo novedoso a lo tradicional?
-He estado experimentando, con los pedales y con recursos sonoros como loops. La idea es utilizar esos y otros elementos sonoros, además voy a presentar composiciones mías y también temas del folclore, por eso digo que va desde lo novedoso a lo tradicional.
-¿Cómo define su estilo compositivo?
-Yo compongo desde hace mucho tiempo. De hecho, me gradué en la Universidad de las Artes, antes Iudem, como Compositor, porque en ese entonces no existía la carrera de cuatrista, que sí está ahora; y me debatía entre la guitarra y la composición, y me fui por la composición. De modo que tengo muchas obras mías y de diversos tiempos. Voy a hacer un pase de la composición para el cuatro, voy a hacer mis obras enfocadas hacia el cuatro.
-En sus obras ¿qué le interesa explorar?
–Sobre todo un manejo bastante actual de lo que estamos haciendo muchos cuatristas, que es darle sentido de modernidad al cuatro, que suene de esta época, que suene a hoy, pero manteniendo el elemento folclórico primigenio. Serán cosas en joropo con visión contemporánea, mucha Onda Nueva porque es un género que me llama mucho la atención. Yo estoy siempre con ese sentido moderno y experimental. Además voy a hacer algo que hago en mi casa, que es improvisar, hacer algo al momento, experimentar y tocar lo que salga al momento, lo que llaman composición espontánea. Ese tipo de cosas será un elemento dentro del concierto.
-Entre el golpe o rasgueo y el punteo ¿por cuál se decanta más?
-Ambas son técnicas que ayudan al crecimiento del instrumento, y todo es válido: mientras más los uses, mejor. Mientras mayor dominio tenga, mejor procuro en mostrar, y uso cada una, dependiendo del tema. A veces es más punteado o más rasgueado, y cualquiera de las dos son viables. Hay los que se especializan más en una técnica que en otra, y ambas son naturales para el instrumento.
-También toca la guitarra. Es un aspecto que pocos conocen.
-Sí porque cuando llegué a Caracas y empecé, una de las cosas que hice fue estudiar guitarra con el maestro Leopoldo Igarza, y él es muy exigente. También tocaba el cuatro, y este instrumento tiene algo, que te destroza las uñas, y en ese momento no habían las uñas acrílicas que se usan actualmente. El maestro me llamaba la atención y llegó un momento en el que casi me puso a decidir, y como estaba haciendo cosas más importantes con el cuatro, la dejé. Yo estaba desarrollando una voz propia con el cuatro. Pero por supuesto siento un amor profundo por la guitarra. Mucha gente no lo sabe y no me llaman para que les grabe o toque con ellos. Así que me he estado desarrollado y retomando en los últimos tiempos, para hacer algunas cosas. Incluso con mi esposa Yaritzy, quien es flautista; y con Marino Bravo, para guitarra y voz, y la guitarra sola. Quiero mostrar estas cosas con la guitarra, a la que amo profundamente.
-¿Cómo ve el hecho de abordar, hacer música en estos tiempos tan críticos para Venezuela?
-Son días complicados para el arte y el artista, recibimos muchas críticas por redes sociales. Pero yo pienso que debe ser todo lo contrario: el arte y la cultura son entes de unión y confraternidad. Además, la música, el arte tienen algo poderoso, educativo muy fuerte, y siento que muchos de los problemas que tenemos es por lo educativo. Esto no es un mero hecho de entretenimiento, es educar y crear una mejor sociedad. Yo, al igual que muchos artistas de otras tendencia se han pronunciado por hacer muchas más actividades cultuales en estos tiempos. No estamos exentos de ser criticados en estos tiempos, y me ha pasado que he sentido una evaluación “¿qué he hecho de mí mismo?”, y de preguntarse tantas cosas, y todo me lleva, desemboca a que debo hacer más música, más arte, abocarme mucho más a lo que hago, a lo que soy, y profundizar en el hecho artístico. Es difícil de entender, pero estamos trabajando mucho para entre tener y educar.
-¿Algún tema para el país y honrar los tiempos presentes?
-Sí, voy a hacer un tema que no es mío, es de Aquiles Báez y se titula “Cenizas de la Historia”, y habla de los problemas que pasan. Lo voy a hacer con Marina Bravo y es un llamado a la reflexión, un tema muy pertinente en estos momentos que vivimos. De mis composiciones voy a tocar “Amalgamados” una Onda Nueva que grabé con C4 Trío y con Los Sinvergüenzas, y lo presenté en el concurso La Siembra del Cuatro; “Pa mis compais” que es un joropo oriental, yo andino tuve la osadía de escribirlo y se lo dedico a Jorge Glem y Eddy Marcano, con quienes he aprendido mucho de la música oriental. También voy a tocar “La Casita Amarilla”, que compuse a la casa de mi mamá en Mérida, y “Canción para dormir a Andrés”, una canción de cuna que le dediqué a mi hijo.