Vía:beethovenfm.cl | Por: Álvaro Gallegos M. | Agradecidos con Avelino Rubilar
La directora chilena asumió el mando de la OSCH para sus compromisos veraniegos, incluyendo el pasado concierto en Rapa Nui. Este 2015 comienza con el concierto de aniversario del conjunto, donde Urrutia dirigirá “Carmina Burana”, este viernes 9 y sábado 10 en el ex Teatro U.Chile.
Es una de las batutas más activas de la escena local, y ahora asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica de Chile para los compromisos veraniegos del plantel estatal. Alejandra Urrutia partió como violinista, pero tempranamente derivó en la dirección, donde tuvo la guía de quien precisamente ayudó a derribar los prejuicios hacia las mujeres dirigiendo, la estadounidense Marin Alsop.
Esta relación estival con el conjunto gestionado por el CEAC U.Chile, que incluye conciertos en el ex Teatro U.Chile, la Quinta Vergara y la participación de la orquesta en las Semanas Musicales de Frutillar, comenzó con el histórico concierto de la OSCH en Isla de Pascua, y ahora Urrutia se apronta para el tradicional concierto de aniversario de la orquesta (viernes 9 y sábado 10 de enero, 19:40 horas, ex Teatro U.Chile), oportunidad en que dirigirá una obra estrechamente ligada a la vida musical en Chile, el oratorio “Carmina Burana” de Carl Orff. En medio de los ensayos de esta archi-conocida obra, Urrutia conversó con nuestro portal web para comentar esta residencia de verano.
¿Cómo evalúas la experiencia del concierto en Rapa Nui?
Fue una experiencia muy bella, tanto musicalmente como humanamente, y por ello tengo que dar las gracias al CEAC, porque me siento privilegiada de haber sido parte de ese hito. Las expectativas en lo musical de todo el equipo se cumplieron con creces, y lo digo porque cuando uno toca al aire libre puede esperar cualquier cosa, pero en este caso resultó todo de muy buena manera. Logramos un hermoso sonido y en un lugar bello. Yo en lo personal, cuando trabajo, no me hago expectativas. Algo puede ser mejor o no de lo que uno se imagina, pero lo importante está en el hacer las cosas.
Ese concierto marcó el inicio de tu residencia de verano junto a la OSCH. Háblanos de tu relación con la orquesta.
Este ya es el tercer año que me invitan a dirigir a la orquesta. Con ellos he hecho conciertos de extensión, he ido a Arica e hicimos una gira por el sur también. Ha sido una bella oportunidad de trabajar con ellos y hemos tenido una buena relación, y las relaciones hay que cultivarlas. Cuando dirijo a la OSCH me preparo musicalmente por cierto, pero también hago una preparación mental para lograr lo mejor al enfrentarme los músicos.
En el concierto de aniversario de la OSCH, dirigirás “Carmina Burana”, una obra que tiene una relación especial con el público chileno, ya que cada vez que se programa agota entradas.
¡Es que es una obra para agotar entradas! Esta es segunda vez que la hago, antes la hice con la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción. Cada vez que la estudio me maravillo, ya que es una obra excepcional. No solamente deslumbra a los chilenos, sino que yo creo que a los amantes de la música de todo el mundo. Yo creo que es una obra muy poderosa desde el primer acorde. Desde allí te agarra y no te deja, posee un fluir musical que es fácil de seguir para cualquier persona. Parte de su atractivo radica en esa inusual combinación de una inspiración remontada al Medioevo, con la influencia primitivista de “La Consagración de la Primavera”.
Habrá también un concierto, el 23 y el 24 de enero, que junta los nombres de Khachaturian y Vivaldi.
Sí, dos compositores disímiles. El número principal será “Las Cuatro Estaciones” de Vivaldi, con Héctor Viveros como solista, y por supuesto con una orquesta reducida. Yo soy violinista y siempre fue una obra que me acompañó. En este concierto yo voy a dirigir desde el violín, y estamos pensando en hacer que las cuerdas, digamos violines y violas, estén tocando de pie. La contraparte será la Suite No.2 de “Espartaco” de Khachaturian, donde podremos apreciar el potencial de toda la orquesta completa.
Volviendo a lo de Isla de Pascua, para el programa se rescató la Sinfonía “Hotu Matua” de Ramón Campbell.
En verdad es una sinfonía que tiene cuatro movimientos, pero por una cosa de tiempo ya que en el concierto también participaba la Banda Sinfónica FACH, hicimos solo dos. Es una obra que usa algunas canciones tradicionales de la isla, que fueron recopiladas y rescatadas por Campbell, y usadas por él como material básico, no como mera orquestación, o sea tiene todo un desarrollo musical, como toda sinfonía.
El tema del sexismo frente a las mujeres en el podio parece algo totalmente superado. Pero Marin Alsop, con quien estudiaste, en entrevista con nosotros hace algo más de un año, nos manifestó que todavía hay muchos prejuicios, ¿Cómo lo sientes tú?
Tengo que agradecer que jamás he sentido “algo extraño” en el podio. Es lo que he visto, lo que la gente habla es otra cosa (risas). Soy una convencida de que lo importante es estar preparado y hacer el trabajo lo mejor que puedas, seas hombre o mujer. Para mí lo de ser mujer puede usarse como algo positivo, además que creo que las mujeres tenemos otro trato, distinto, ni mejor ni peor, y eso hace que la orquesta reaccione distinto. El director tiene que sacar lo mejor de los músicos, nada más, y eso de ser un dictador frente a la orquesta no va conmigo, no es mi estilo.
¿Qué nos puedes decir de tu trabajo en Santa Fe, Argentina?
Me nombraron titular de la Orquesta Sinfónica Provincial de Santa Fe, que es una de las dos agrupaciones que hay allá. Es mi primera titularidad y ha sido una experiencia muy entretenida. Hay que estar aprendiendo repertorio y ensayando constantemente. Teniendo una orquesta ha disposición uno puede explorar sus propias ideas como intérprete. Allá los conciertos de esa orquesta son gratuitos, así que hay que tener una visión acorde también. Además hay que hacer otras cosas, como ver presupuestos, programar, ha sido una vivencia completa.
Tú trabajaste en un proyecto junto a la premiada compositora estadounidense de origen peruano Gabriela Lena Frank.
Eso fue hace unos tres años. Ella me invitó para trabajar con la Orquesta de Instrumentos Andinos en Ecuador. Gabriela fue compañera mía en la Universidad de Michigan, en esa época yo estudiaba violín y ella composición. Así surgió un nexo que llevó a esta colaboración, donde yo dirigí el estreno de su obra en Quito. Ella es de madre peruana y en su estilo habitualmente pone la práctica de instrumentos andinos en instrumentos tradicionales. Para esta obra, titulada “Compadre Huashayo”, ella trabajó directamente con estos instrumentos. Fue una linda experiencia montarla, eran todos músicos ecuatorianos y algunos no leían música, por lo que sus compañeros tenían ayudarlos para aprenderse las partes.
¿Qué nos puedes contar de tus compromisos para este año 2015?
Aparte de mis compromisos en Santa Fe, tengo invitaciones de orquestas en Mendoza y Córdova. Acá en Chile trabajaré con la Orquesta de Cámara de Chile, la Orquesta Clásica USACH, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, la Orquesta Clásica del Maule, así que será un año de harto trabajo, una muy buena temporada.