Lo realizó con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín y el pianista Alexej Gorlatch
De la Parra aseguró que “este disco les permitirá descubrir una faceta poco conocida del compositor Stravinsky que es juguetona, espontánea. Considero que se puede asemejar acomprar una pintura de Kandinsky porque son obras que tienen muchas ideas que se sobreponen, conversan y chocan a la misma vez”.
Durante la presentación, Alondra desmenuzó Capricho, pieza para piano y orquesta, que forma parte de su nuevo material discográfico. La música comenzó y De la Parra se dejó llevar, sus manos se movían al compás de la melodía, sus dedos fingían tocar de manera precisa un piano inexistente. Su píe marcaba el ritmo.
La directora de orquesta, nacida en Nueva York, hacía gala de sus conocimientos musicales, de su amor por la música. “Tan, ta, ta, ta, ti, ta, ti, ta, ta”, cantó De la Parra para ejemplificar las diferencias en las interpretaciones melódicas. Se divertía, era demasiado expresiva, se mostró humana.
De la Parra busca con este nuevo material acercar al público mexicano a su trabajo de origen, la música clásica, pues en México es conocida por dirigir canciones populares.
También platicó con los presente de los retos a los que se enfrenta un director de orquesta. Dijo que no siempre es fácil, que “debes tener claro qué es lo que quieres, pero nunca cerrarte a nuevas posibilidades”. Y aseguró: “Parte de la chamba de un director es rescatar a los músicos y no dejar que se hundan, saber guiarlos”.
Además comentó que en los primeros minutos “tienes que identificar, rápidamente, las personalidades de los músicos para saber cómo manejarte con ellos”. Por ejemplo, dijo entre risas, Alexej Gorlatch “es un gran atleta musical y no se le va una, es joven, tiene 24 años, y la verdad es una persona muy difícil. Me encanta cómo toca, pero era una batalla constante, él quería una cosa y yo quería otra”.
Alondra escogió para este disco composiciones de Ígor Stravinky, porque es muy cercano y parecido a ella. Entre las similitudes que la unen al compositor ruso está que ambos estudiaron primero piano para luego abandonarlo por la dirección orquestal, pero lo más importante es que este compositor es un claro ejemplo de que la música clásica debe aspirar más a lo humano y menos a la perfección.
“Stravinsky sufrió de las peores fobias y ataques de pánico en el escenario mientras tocaba el piano. Es importante recordar que somos humanos, somos vulnerables, Stravinky se ponía nervioso. El punto es que la historia de la música sinfónica, de la música clásica, es una historia a través de los siglos de seres humanos”, afirmó De la Parra.
También hizo una crítica al mudo actual de la música clásica, el cuál para ella se está desvirtuando y perdiendo su principal esencia. “Es un ambiente que busca mucho la perfección y que se ha vuelto extremadamente mamila, cuando en realidad estamos todos tratando de abrir nuestro corazón, de compartir un poco quiénes somos, de ser vulnerables, de conectar con otros seres humanos y todo esto está separado de ser perfectos, de ser una máquina, no equivocarse, ser el mejor, el más listo, el más capaz”.
Antes de que iniciara la presentación del disco se proyectó un video que mostraba el trabajo de Alondra con la Orquesta de la Radio de Berlín y el cual iniciaba con la pregunta “¿Alguna vez has visto a una mujer dirigir?”. El material audiovisual fue realizado por la televisión pública de aquella ciudad alemana.
Ante la cancelación de una presentación de la Orquesta Sinfónica de Teherán en Medio Oriente por incluir instrumentistas mujeres, De la Parra dijo que “sin duda hay gente que no entiende. Hay gente que te va a tratar de poner trabas por una u otra razón. Yo me he encontrado con personas que no creen que las mujeres podemos hacer lo que yo hago, pero son pocas, son más las que apoyan y esas son en las personas que yo me concentro”.
Un representante del alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcánzar, se presentó al evento para invitar a De la Parra a dirigir el próximo 16 de febrero en esa entidad y sea la encargada de recibir al Papa Francisco.
“Stravinsky, obras para piano y orquesta”, bajo el sello musical de Sony Classical, está integrado por Concierto para piano e instrumentos de viento, Capricho para piano y orquesta, y Sonata para piano en fa menor sostenido.