Escrito por Prensa Fundamusical Bolívar
Con dos obras que son parte del legado musical de la Escuela nacionalista, Santa Cruz de Pacairigua, de Evencio Castellanos, y La Cantata Criolla, de Antonio Estévez, se inició este martes 12 de febrero la celebración del 38 Aniversario de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Los 180 músicos de la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y más de 180 voces del Coro Nacional Juvenil Simón Bolívar, todos bajo la dirección del maestro Gustavo Dudamel, tocaron y cantaron con orgullo en representación de los de 400 mil niños y jóvenes, maestros, fundadores y pioneros de El Sistema que ese día de la juventud festejaron también la lucha por hacer cada día mejor música en pos de lograr la excelencia artística y de rescatar de la pobreza y de los vicios a los menos privilegiados.La sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música se colmó de una energía contagiosa y de muchas felicitaciones. Músicos y coralistas lucieron en su pecho las insignias que los acreditan como “hijos” de El Sistema, y, entre los invitados especiales, muchos músicos pioneros de la primera orquesta juvenil, fundada en 1975, recordaban aquella proeza, ya del siglo pasado, que fue la semilla de lo que hoy es el Programa Social, Educativo y Musical más importante de Venezuela, replicado en aproximadamente 30 países.
En una vigorosa interpretación de Santa Cruz de Pacarigua -en la que el director Pablo Castellanos, hijo del compositor Evencio Castellanos, aporta los delicados sonidos de la celesta-, el maestro Gustavo Dudamel guió a la OSSBV con maestría. Y antes de regresar al escenario, el emblemático director formado completamente por El Sistema, dirigió unas palabras al maestro Abreu: “Gracias, gracias siempre Gracias maestro Abreu, por habernos dado esta belleza que es la música, por habernos enseñado a amar la música y saber ver y apreciar la belleza de la vida”.
Con esas palabras de uno de los más importantes pupilos del maestro Abreu, la sala en pleno, todo el público de pie, se vino abajo en un concierto de aplausos cerrados, electrizantes y emotivos dedicados al fundador de las orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela. La ovación para nuestro visionario venezolano transcurrió cerca de 12 minutos y sólo una nuevas palabras de Dudamel calmaron al público.
“Uno no sabe lo que tiene hasta que no toma distancia y ve desde afuera esta maravillosa obra del maestro Abreu que es El Sistema, único en el mundo. Así que debemos cuidarlo y amarlo”. Con esa reflexión el maestro Dudamel alzó su batuta e indicó a músicos y a coralistas el momento exacto del primer acorde de La Cantata Criolla, de Estévez. Al frente de toda la orquesta y apoyados por las bien entrenadas voces del Coro Nacional Juvenil Simón Bolívar, bajo la dirección de Lourdes Sánchez, estaban los avezados solistas: Idwer Álvarez, como el “bueno” de Florentino, y Gaspar Colón, como el “malvado” Diablo, prestos al dinámico contrapunteo.
Una salva de aplausos para esta rica Cantata Criolla, le dio paso al final del concierto nada menos que con el Alma Llanera y nuestro impecable Himno Nacional.