Vía: DW.de | Autora: Violeta Campos | Editor: José Ospina-Valencia
Una orquesta en Alemania, una cantante en México y un concierto con un códice maya: con un evento excepcional, los Sinfonistas de Dresde se inclinan ante la cultura maya y dan la bienvenida a una nueva era.
Markus RindtEn el 2008, el director de la orquesta de los Sinfonistas de Dresde, Markus Rindt, fue nombrado “gerente cultural del año”. El premio consistió en un viaje al destino de su preferencia. Cautivado por la música del guitarrista y compositor mexicano Enrico Chapela, Rindt viajó a México para reencontrarse con el artista, a quien conoció antes de que éste se hiciera famoso en todo el mundo. Al recorrer el país latino, el director de orquesta alemán quedó impresionado con su belleza y, sobre todo, con los logros culturales de sus pueblos autóctonos como los mayas.En entrevista con DW, Markus Rindt contó que pese a ser natural de Dresde, no fue sino hasta en México que se enteró de que en su ciudad natal se encontraba un extraordinario y valioso documento maya: el Códice Dresde o Codex Dresdensis. “Es el único códice maya en el mundo de acceso al público y el mejor conservado, además, contiene el calendario, y solo pocos saben que gracias a este libro fue posible descifrar los jeroglíficos mayas”, comenta emocionado.
Trascendiendo fronteras
El Códice Dresde fue el punto de partida de una aventura cultural, que duraría cuatro años y llevaría a los Sinfonistas de Dresde a adentrarse en las entrañas del mundo maya, trascendiendo fronteras musicales, culturales, nacionales y técnicas. La idea inicial de Markus Rindt y Enrico Chapela fue que, en el 2012, la orquesta de Dresde ofreciera una gira de conciertos por diferentes ciudades prehispánicas de México.
Pero pronto la realidad los alcanzó y un sin fin de obstáculos -desde problemas de financiamiento, la falta de autorización por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, hasta cambios a última hora en los contactos en las instituciones de gobierno a causa de las elecciones del presente año- hizo cada vez más imposible el proyecto “Codex Dresdensis – Concierto para el fin del tiempo”.
Finalmente, Rindt trasladó el evento al museo de la Biblioteca Estatal de Sajonia (SLUB, por sus siglas en alemán), que exhibe el Codex Dresdensis. Debajo de la tesorería se encuentra una sala de concierto con un aforo de aproximadamente 200 personas. Por medio de una conexión en directo, los Sinfonistas de Dresde acompañarán en vivo a una cantante maya, que se les unirá a la medianoche desde el otro lado del océano atlántico.
Según el director de la orquesta, “lo que empezó siendo un plan b, acabó entusiasmando a mucho más personas, y no importa que la sala sea pequeña, porque gracias a la transmisión en vivo, el concierto se podrá ver en cualquier lugar del mundo”.
Dirigiendo a miles de kilómetros de distancia
En el 2008, los Sinfonistas de Dresde escenificaron la primera dirección de orquesta a distancia.La noche del 21 de diciembre está dedicada a Latinoamérica, en especial, a México con obras de los compositores mexicanos Silvestre Revueltas y Enrico Chapela, de quien se estrenará una obra para guitarra eléctrica, bajo, batería y orchesta. “Su pieza es grandiosa. Chapela primero fue guitarrista eléctrico de dark metal y más tarde pasó a hacer música contemporánea de orquesta. No podría haber un mayor contraste”, explica Rindt, “además, conoce a fondo la música folklórica mexicana, y todo esto se fusiona en su estilo de composición.” Además, la dirección estará a cargo de José Areán, de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Los Sinfonistas de Dresde ya tienen experiencia en el trabajo a distancia; en el 2008, por ejemplo, escenificaron la primera dirección a distancia: desde las calles de Londres y proyectado en una pantalla semitransparente, el director Michael Helmrath dirigió a la orquesta en Dresde. No obstante, fue casi un mayor reto encontrar a la cantante maya Sara Curuchich que dirgirla a miles de kilómetros de distancia.
“Queremos poner de relieve la cultura musical maya”
Markus Rindt tenía una idea muy específica de un buen cantante maya que conservara las tradiciones musicales de su pueblo. “Recibí la ayuda de muchas personas, que viajaron a los pueblos más remotos de Yucatán y Guatemala, pero el resultado muchas veces fue desalentador, y llegó el momento en el que ya no creí encontrar lo que buscaba”, cuenta. Sin embargo, no desistió de su proyecto, y en un pueblito de Guatemala descubrió a la guitarrista maya-cakchiquel Sara Curuchich.
Como nunca había salido de su pueblo y tampoco conocía la capital guatemalteca, no fue un trabajo fácil persuadir a sus padres de dejarla viajar a la Ciudad de México, ya que éstos temían que cayera en manos de una red de trata de personas. Pese a todas las adversidades, este viernes (21.12.2012), Curuchich cantará para un público alemán y mundial para recibir a la nueva era maya.
„A lo largo del proyecto nos dimos cuenta de que los mayas sufren mucha discriminación, muchos no se atreven a hablar su idioma, menos a cantar en él. Desde hace 500 años, su cultura yace sepultada. Mediante un concierto serio queremos poner de relieve su cultura musical“, concluye Markus Rindt.
DW reportará para ustedes sobre el “Codex Dresdensis – Concierto para el fin del tiempo” desde Dresde. El concierto también será transmitido en vivo este viernes, 21 de diciembre de 2012, en Internet a partir de las 22:30 hrs. (tiempo local de Alemania) bajo el siguiente enlace: liveweb.arte.tv/de. Para mayores informes: www.codex-dresdensis.de