Vía: www.codalario.com | Por Alejandro Fernández
Málaga. 19/XII/15. Teatro Cervantes. Concierto abono nº 8. Navidad. Orquesta Filarmónica de Málaga. Coro de Ópera de Málaga. Director del coro: Salvador Vázquez. Solistas: Berna Perles, soprano; Mireia Pintó, mezzosoprano; César Gutiérrez, tenor y Toni Marsol, barítono. Director musical: Manuel Hernández Silva. Sinfonía nº 9 en re menor, op. 125 Coral, de Beethoven.
La Sinfonía nº 9 “Coral” de Beethoven comparte, más allá de sus afectos, un horizonte formal que determinará todo el lenguaje musical posterior hasta llegar a nuestros días. Contrariamente a su alma clásica, destaca en esta sinfonía la potencialidad de un nuevo lenguaje musical capaz de proporcionar todo un catálogo anímico, pero sobre todo el discurso musical de un hombre genial, capaz de revolucionar desde el arte el mensaje de ese nuevo orden que comenzaría a forjarse tras él, una idea que comparte fielmente la visión romántica de música absoluta. En pocas palabras, esta sinfonía es la síntesis de todo lo anterior, que abre formalmente todo un horizonte para la expresión artística.
Manuel Hernández Silva, titular de la Filarmónica de Málaga, Salvador Vázquez, director del Coro de Ópera de Málaga y las voces de Berna Perles, Mireia Pintó, César Gutiérrez y Toni Marsol fueron los protagonistas del tradicional concierto de abono de Navidad de la OFM, una partitura que se hizo esperar desde la última lectura que realizara Aldo Ceccato de ella, en el cierre de la temporada 2006, pero que en aquel concierto también incluía la Fantasía coral. En este nuevo encuentro con Beethoven, Hernández Silva optó por el último trabajo sinfónico del compositor de Bonn como única obra del programa, resaltando así su valor intrínseco. Si en aquella ocasión Ceccato apostaba por la profundidad del discurso en la versión de Hernández Silva apreciamos cierto interés por la arquitectura que no se llegó a reflejar como hubiésemos deseado.
La Novena de Hernández Silva, desesperadamente interrumpida a lo largo de los cuatro movimientos, incluido también el desarrollo del Presto, conoció momentos inspirados y de acierto, pero dentro de una visión en perspectiva que no alcanzó su destino. Fue una lectura generosa y abierta a la interpretación de los profesores, eso sí. El inquietante comienzo delAllegro inicial, que dejó ver las primeras interrupciones, dio paso a una idea musical expresamente dinámica, donde quedaron resaltadas las frases en tutti muy en la línea del discurso profundo escrito por Beethoven; su forma sonata, más que condicionar, articula la idea de lucha que encierra su horizonte.
Hernández Silva caracterizó el Scherzo con un tempo animado. A su carácter danzante, el maestro le sumó un tono escurridizo muy contrastado con el Adagio al que precede. Nuevamente el sentido anímico que encierra la partitura quedó tibiamente insinuado. Con el Adagio, punto de inflexión de la sinfonía, intuimos una lectura muy de pasada, nada contemplativa, por no hablar de inexpresiva. Sin duda fue el elemento más discutible de toda la ejecución.
Claudia Guarín sería sustituida a última hora por la soprano malagueña Berna Perles. Brilló con luz propia entre el tibio cuarteto solista y su interpretación podría haber sido más brillante si alguien se hubiera percatado de que el Cervantes nunca sustituirá la acústica del eterno auditorio. Los solistas nunca pueden quedar atrás a no ser que deseemos disfrazar su papel, en los que hubo de todo, una inaudible mezzo, un tenor perdido rematado por un barítono con ciertas dificultades de tempo. No podemos concluir sin destacar la encomiable labor realizada por Salvador Vázquez, recientemente galardonado por el Premio Málaga a la mejor labor musical, al frente del Coro de Ópera de Málaga, al que apreciamos un cambio de emisión que lejos de efectismos apostó por la solvencia y un sonido compacto que abre la puerta a una prometedora etapa para esta veterana formación coral.
Por tanto, apreciamos un amplio surtido de elementos donde el sentido festivo empañaría incomprensiblemente buena parte del contenido de la Novena. Hubo buena intención aunque el resultado no estuvo a la altura de la memoria de otras interpretaciones en el Cervantes.