[et_pb_section bb_built=”1″][et_pb_row][et_pb_column type=”1_3″][et_pb_text _builder_version=”3.10.1″]
Una mujer de la localidad eslovaca de Sturovo (situada al sur del país) ha sido detenida este lunes por saltarse la prohibición de poner a sus vecinos a todo volumen una aria de ópera interpretada por el tenor Plácido Domingo, según informa la prensa local.
Vía: elpais.com
Plácido Domingo y Ermonela Jaho en un momento del segundo acto de la ópera ‘Thaïs’ de Massenet, en una imagen tomada en julio de 2018. JAVIER DEL REAL
[/et_pb_text][/et_pb_column][et_pb_column type=”2_3″][et_pb_text _builder_version=”3.10.1″ text_orientation=”justified”]
La propietaria de la vivienda no respetó una sentencia del Tribunal Supremo que le prohibía volver a poner esa música después de haber estado haciéndolo durante casi 16 años, desde las seis de la mañana a las diez de la noche, según informa la cadena privada TV Markyza.
La detenida, de iniciales Eva N, está acusada de acoso y persecución maliciosa, según la cadena BBC. Tras su arresto, el instructor de este nuevo caso solicitó para ella prisión preventiva y un juez deberá dictaminar si adopta esta decisión. El juicio todavía no se ha celebrado, pero la mujer se enfrenta a penas de entre seis meses y tres años de prisión.
[/et_pb_text][et_pb_text _builder_version=”3.10.1″]
Al parecer, el pleito vecinal comenzó cuando la mujer empezó a protestar con la música por los ladridos del perro de un vecino. Pero la música siguió sonando, incluso después de la muerte del animal. Los acordes de un fragmento de cuatro minutos de La Traviata, de Giuseppe Verdi, que la mujer ponía de forma repetida en su aparato de música, eran acompañados por silbidos por parte de algunos vecinos, con lo que el nivel de ruido en el vecindario se hacía “insoportable”, señaló la cadena JOJ.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_testimonial _builder_version=”3.10.1″ quote_icon_color=”#fc6b23″ quote_icon_background_color=”#f5f5f5″ text_orientation=”justified”]
“Todo el mundo sufre. No hay ni un momento de paz, desde la mañana hasta las diez de noche. Todos los vecinos sufren”, relata un vecino al medio húngaro Index. Otra vecina añade: “Me encanta Plácido Domingo, pero no así”. Y un tercero, asegura: “Traería aquí a la gente que hace las leyes y les obligaría estar sentados delante de esa casa. Si dicen que eso está bien así, durante 10 años, todo bien, pero temo que se aburrirían del espectáculo en dos horas”.
[/et_pb_testimonial][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]