El siguiente texto ha sido extraído de la publicación realizada por The Guardian de Inglaterra, y enviado a Clariperu por Elizabeth Avila (Perú).
Los artistas estamos en el puesto número 5 dentro de las 10 profesiones top con el mayor índice de enfermedades depresivas. Eso nos lleva a preguntarnos: ¿La depresión nos lleva a hacer artistas? ¿O el ser artistas nos crea una depresión?
Aunque esta noticia se público a finales del 2010, este tema ha estado siempre presente en la vida de los músicos. En esas fechas, el portal Health.com publicó las 10 profesiones top con el mayor índice de depresión, en el que indicaba que los artistas somos 50% más probable a sufrir de esta enfermedad. Solo en el 2009, alrededor del 9% de los artistas reportaron un episodio depresivo mayor. Al parecer, labrarse una carrera como músico trae consigo, a parte de las preocupaciones propias de una profesión dentro del arte, el peligro de hacernos daño a nuestra salud física y mental. Si a todo esto le agregamos que como apoyo financiero los músicos busquen otros trabajos como de mesero o mesera, el riesgo es aún mayor ya que el personal de servicio de alimentos son los segundos más propensos a sufrir de depresión.
Dentro de esto, los hombres están más asociados a sufrir de fuertes depresiones, y entre los trabajadores a tiempo completo, la tasa es de casi el 7%. Hay muchos artistas de renombre que han sufrido de depresión y han muerto a causa de ello. Por ejemplo, en 1974, el cantante Nick Drake murió de una sobredosis de antidepresivos que le fueron prescritos a la edad de 26 años. En 2003, el cantante y compositor de indie rock, Elliott Smith fue encontrado muerto con lo que se pensaban eran cortadas auto infligidas en el pecho, luego de años de depresión y adicción. Su instrumento principal fue la guitarra, pero también utilizó el bajo, el piano, la batería y el clarinete.
Al ver estos ejemplos de artistas que no solo sufrían de depresión, sino también de otras adicciones, nos hacen ver que las drogas y el alcohol han estado presentes en el estilo de vida de los artistas durante tanto tiempo que es difícil decir si la depresión es el síntoma o la causa. Algunos artistas, como Marvin Gaye, los utilizan para calmar los nervios antes de las actuaciones; mientras que otros los utilizan para descender de la excitación en la que están mientras dura la actuación, una vez que ésta ha terminado.
Podemos encontrar que muchas personas se convierten en artistas solo para sentirse aceptados y amados por su público, y solo de esa manera pueden llegar a sentirse bien; pero tan pronto como salen del escenario o llegan a una casa vacía, esa historia de amor con miles de personas que no conocen, los llevan a sentir insatisfacción, angustia y decepción.
Parece también que una alta proporción de personas que sufren enfermedades depresivas son atraídas a trabajar en las artes, aunque muchas veces no estén diagnosticados o medicados. A menudo, lo que hace grande a un artista es haber nacido con un don especial; lo que podría causar que la mayoría de ellos se preocupe en que recibir tratamiento médico sofocaría su creatividad o haría su producción menos interesante. Pero esto también hace que sean menos capaces de manejar ciertas presiones, como no saber cuándo o de donde vendrá su próxima paga y esto los pone en un alto grado de expectación.
¿Significa esto que tenemos que sufrir por nuestro arte? Hay un cierto morbo en ver a un gran artista darse contra una pared y morir, pero la realidad para el que sufre es que la depresión es tan debilitante que no es capaz de crear nada en absoluto. Es solo cuando se emerge de un periodo de enfermedad, en el que pueden ver en la oscuridad y encontrar las palabras para describirla. Así que tal vez la clave para ser un gran artista y compositor con una larga y feliz vida, es atreverse a ir a esos lugares oscuros, pero no hacer de ellos tu hogar.