La cita será este viernes 21, acompañado por la Sinfónica Simón Bolívar y dirigido por el Jesús Uzcátegui, a las 4:00 pm,el #CNASPM
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El viernes la SSB sube al escenario. La obra Capricho Italiano, del compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky, será ejecutada por la Sinfónica Simón Bolívar en La Sede, este viernes 21 de octubre, a las 4:00pm.
Con alegres notas, Tchaikovsky retrata de manera divertida y amorosa la felicidad que experimentó durante sus vacaciones en Florencia, Roma, Nápoles y Venecia. La hermosura del paisaje iluminado por el sol y la sencillez de la cultura italiana es magistralmente expresada en esta pieza orquestal.
En esta oportunidad, Gorgias Sánchez, interpretará el Concierto para clarinete y orquesta, de Raimundo Pineda. Esta será la segunda interpretación pública de esta obra desde su estreno en el 2005, cuando fue ejecutada por el clarinetista y miembro fundador de El Sistema, Valdemar Rodríguez.
El solista cuenta que sus tres movimientos desarrollan elementos rítmicos y melódicos extraídos del folklore venezolano, alternando pasajes de gran agilidad entre el solista y la orquesta. De igual manera, expresa una profunda ternura a través de apacibles armonías, y tiene un aire de danza zuliana, ligera y de ricos ritmos, intercambiados entre el solista y la orquesta.
“Para mí es un honor ser la voz para representar esta pieza, donde la dulzura y la gracia lo son todo. Su autor destaca un registro agudo y sobreagudo intercalado con pasajes de agilidad, poco utilizado por compositores y muy temido por clarinetistas”, señaló Sánchez.
El clarinetista resaltó que “este concierto muestra la búsqueda de Raimundo Pineda como compositor, poeta de aires venezolanos, de vaporosas armonías y delicadas orquestaciones. Una de sus obras más representativas de principios de siglo y una adquisición importante para el repertorio venezolano del clarinete como solista”.
La Sinfónica Simón Bolívar cerrará su presentación del viernes con la Sinfonía N°7 en Re menor, de Antonín Dvorak. En cada nota de esta composición afloran las más profundas cargas emocionales del autor, producto de la muerte de su madre y de su hijo mayor. También manifiesta su sentido de patriotismo, sueño que con el tiempo lo convirtió en el primer representante del nacionalismo checo. En este concierto se imponen las violas, los violonchelos y clarinetes a través de enérgicas melodías, que quedará flotando en el ambiente y en la memoria de los espectadores.