Vía: www.prensa.com | Verónica Gutiérrez
La pianista venezolana Gabriela Montero, famosa por sus improvisaciones y su voz crítica, estará esta noche en el Ateneo
Tenía siete meses de vida cuando se encontró por primera vez frente a un piano. La música se introdujo así en Gabriela Montero como parte del juego y la curiosidad propia de quien descubre su existencia.
“Mis papás se dieron cuenta de que pasaba horas tratando de sacar, en el pianito de juguete que pusieron en mi cuna, las canciones que me cantaba mi mamá. A los 18 meses ya las tocaba”, cuenta la pianista venezolana conocida en el mundo por ser una de las pocas improvisadoras en la música clásica.
Esta noche, sus improvisaciones se escucharán en el primer recital de la temporada 2015 de la Asociación Nacional de Conciertos, en el Ateneo de la Ciudad del Saber, a las 8:00 p.m.
Concierto
La música comenzará hoy con la ejecución de piezas de Johannes Brahms, “donde sientes la pasión y la fiebre interna de él”, y una sonata de Liszt, “una obra grande en la que se desprende la energía emocional y física que uno tiene como pianista”, cuenta Montero.
En la segunda parte, el público entrará en escena cuando la pianista les pida a los asistentes que canten un tema, y luego lo use para improvisar. Lo que nace de ahí son piezas complejas.
“Me lanzo a un mundo espontáneo y desconocido, donde la gente entiende lo que pasa”, expresa.
Esa improvisación también la lleva a su natal Venezuela, pues Montero usa el lenguaje musical para expresar lo que le preocupa de su país.
“Mis conciertos se han vuelto un centro en donde se habla de música y de la historia de los venezolanos. Eso es emotivo, porque así nos sentimos. Sin patria, sin casa”, expresa la pianista, quien afirma que se ha convertido en la voz de quienes no tienen cómo expresarse sobre la situación de su país.
“Como artistas tenemos que ser el termómetro de la sociedad y hablar de lo que sucede para bien y para mal. El hecho de ser artistas no nos permite poderes especiales en donde no nos involucremos”, opina.
Ejecutante y creadora
Entre lo agitado de su carrera y su rol de madre de dos niñas, la pianista nominada al premio Grammy en 2010 ha encontrado espacio para seguir creando.
Su próximo disco combina sus cualidades de compositora, creadora y ejecutante en tres partes: improvisaciones, Expatria (una composición dedicada a las 19 mil 336 víctimas de la violencia en Venezuela), y el Concierto número 2 de Rachmaninoff.
El álbum, que grabó con Carlos Miguel Prieto, acompañada por la Orquesta de las Américas YOA, saldrá a la luz en junio de este año.
Así continúa la vida de Montero, entre giras, su activismo por la democracia y la maternidad. “Todo lo entrelaza la música”, dice.
En sus hijas ve talento para el canto y no sabe si se dedicarán a la música como ella, pero con su ejemplo y sus palabras busca que un mensaje cale: “Siempre les he dicho que lo que hagan lo hagan con pasión, honestidad y entrega”.