Vía: Inspirulina.com | VIVAS | Adriana Pedret
El ejercicio de escribir Vivas y dedicar un espacio cada semana a un talento femenino de la región Iberoamericana, se ha convertido en una experiencia deliciosa que aprecio y valoro enormemente, pero confieso que hoy tres meses después de lanzar el blog, lo disfruto más porque vivo la estupenda sensación de saber que nos leen y que éste divertimento motivado por la pasión hacia la música iberoamericana, ha construido un eco de más de 10.000 entradas en este corto tiempo.
Quiero celebrar este buen camino dedicando esta nueva entrada a una talentosa artista de mi país. No es tarea fácil cuando uno dirige la mirada a esa cantera prolífica de talento que reboza esa hermosa tierra y no es orgullo nacionalista, es una realidad con la que hemos vivido siempre. Siendo pioneros en la formación de músicos, construyendo además estructuras de efecto multiplicador que han sumado a realzar una condición y disposición musical que nos caracteriza en nuestra identidad como pueblo mestizo y diverso.
De la siembra y posterior cosecha, disfrutamos hoy de Linda Briceño o Linda Lee como se hace llamar en el contexto artistico. Una joven cantante, compositora e instrumentista que ya a su corta edad nos deja sin aliento por sus destrezas varias y por su impecable manejo de un instrumento complejo como la trompeta.
Su padre es Andrés Briceño, músico, investigador, destacado entre otras cosas, por integrar en su set de bateria los tambores de la percusión afro-venezolana. El la preparo desde pequeña y fue descubriendo sus destrezas para la música que se manifestaron en ella a muy temprana edad.
Después de formar parte del Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela y de integrar importantes proyectos de música en la busqueda de contribuir con su formación, se instala recientemente en Nueva York para estudiar Jazz Performance en la en la New School of Music.
Escuchen este tema donde realiza su propia versión del clásico latinoamericano de 1940 “Bésame Mucho” de la mexicana Consuelito Velázquez. Aqui acompañada por el talentoso Diego Alvarez “El Negro”, un grande de la percusión de Venezuela y del mundo, en el piano por Gonzalo Grau, distinguido recientemente con el Premio Composición Europa 2011 por su obra AQUA, una oratoria capaz de inscribirse dentro del género religioso y repartirse emocionalmente entre cantos gregorianos y cantos yorubas dedicados a Yemayá.
Estas cosas emocionan y mucho, porque talentos como Linda Briceño apenas despegan hacía un sin fin de posibilidades, el mundo es ahora ancho para una artista emergente con tanta calidad. Colaboraciones diversas, proyectos de experimientación, escenarios de todos los colores, multiples lenguajes en el arte de los sonidos que le permitiran crear su propia marca profesional y encontrar el espacio personal desde donde calar definitivamente en el gusto internacional.
A propósito de esto último, comparto con ustedes un par de inquietudes expresadas por Linda Briceño en una entrevista reciente:
“lo mas complicado es mantener tu personalidad y conseguir ser tu misma”, “…darle sentido a través de mi música, a la vida de otras personas”