José James, una de las grandes y más frescas voces del jazz actual
Vía: www.abc.es | Por PABLO MARTÍNEZ PITA / MADRID
Cuando se habla de jazz vocal, enseguida vienen a la mente las grandes divas que dejaron huella eterna, tales como Ella Fitzgerald, Billie Holyday, Dinah Washington, Sarah Vaughan… De hecho, el género parecía casi reservado a las mujeres, salvo honrosas excepciones comoNat King Cole, Tony Bennett, Al Jarreau y Frank Sinatra, algunos más cercanos a las labores del crooner, aunque Sinatra poseía ese mágico swing en las cuerdas vocales que convertía todo lo que tocara en jazz.
Sin embargo, parece que en lo que llevamos de siglo XXI son las voces masculinas las que empiezan a tomar el mando, las más reclamadas en los festivales y las más innovadoras. Además, el filón no se agota y siguen apareciendo nuevas figuras cada poco tiempo. Y llegan sin complejos, uniendo grandes dosis de sensibilidad a la tonalidad grave propia masculina, y sumándose a un panorama al que ya habían llegado Harry Connick Jr., Jamie Cullum y Michael Bublé, y, sobre todo, el ya veterano Kurt Elling, que pasará por el festival de jazz de Madrid el 14 de noviembre. Se trata de un referente y pieza fundamental del engranaje que conecta a las voces clásicas con los modernas. Eso sí, las fronteras están cada vez más difusas, y el soul aparece como influencia fundamental.
De la importancia actual de esta tendencia da fe el hecho de que casi todos acudirán en los próximos días a nuestro país en distintas citas jazzísticas, incluso aunque varios de ellos ya estuvieron en España durante el verano. Es el caso de Jose James, quien pasó por el Festival de Jazz de Vitoria y por los Veranos de la Villa capitalinos. El 13 de noviembre volverá a dejarse oír en el Cartagena Jazz Festival, para ofrecer la que quizás sea la más brillante de estas nuevas propuestas que abarcan un amplio espectro de la música negra. Y no se trata de un recién llegado, pues ya cuenta con 37 años y seis discos publicados, el primero en 2008. Su más reciente trabajo, «Yesterday I had the blues» (2015), es un homenaje a Billie Holiday que puede competir perfectamente, y no saldría perdiendo, con el que con mismo objetivo y al mismo tiempo grabó una mujer incuestionable, Cassandra Wilson.
De orígenes panameños, Jose James estudió en la Nueva Escuela de Jazz y Música Contemporánea de Nueva York. De esa forma, a sus propias raíces latinas incorporó una visión panorámica que hoy le hace conjugar rhythm & blues, hip hop, soul y pop, con unos usos y modos que nos retrotraen a los inquietos, musicalmente hablando, años setenta, siguiendo una línea coherente que pasa por dos grandes antecedentes, Gil Scott-Heron y Terry Calier. Es decir, las bases del soul jazz, aunque él también cita entre sus influencias a John Coltrane, Marvin Gaye, y Billie Holiday,
Refinamiento y soul
Una voz negra, dotada de gran expresividad y gravedad, también caracteriza al californiano Gregory Porter. En 2014 ganó el Grammy al mejor álbum de jazz vocal por su disco «Liquid Spririt» (2013). Solo han pasado cinco años desde que publicó su primer álbum, y ya ha recorrido los principales festivales del mundo con una música que, si bien no llega a la audacia innovadora de Jose James, si pone al día un legado que empieza por Nat King Cole. Refinamiento y mucho soul son las dos claves de este hombre de aspecto «grandullón», de maneras de barítono y con una gorra permanente en la cabeza, homenaje aThelonious Monk.
Pero si hablamos de rabiosas novedades, una de las más recientes incorporaciones a este universo jazzístico es la de Benjamin Clementine, quien se encargó esta sábado, junto a Silvia Pérez Cruz, de inaugurar el festival de jazz de Cartagena. Ha pasado de tocar en las calles de París –donde, llegado de Londres, llevó una vida casi de indigente– a los grandes escenarios. Todo ello con un solo disco en el mercado, «At Least for Now», lanzado este mismo año. En su música, admirada por grandes maestros como Paul McCartney y Bjork, se nota la influencia francesa y la de Nina Simone, y llama la atención esa austeridad y lirismo de los que hace gala y en la que destaca el piano tocado por él mismo.
También en Europa
Nadie lo diría, pero Mario Biondi es blanco y siciliano, a pesar de que su voz se nos presenta casi calcada a la de Barry White. De hecho, coquetea sin tapujos con el sonido Filadelfia. Nos visitará el 5 de noviembre en el del 47º Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona. También pertenece a la cosecha del siglo XXI, con siete discos y cerca de diez años de carrera en solitario, aunque comenzó haciendo coros a gentes como ¡Ray Charles! También ha participado varias veces en el Festival de la Canción de San Remo, en una ocasión junto a Burt Bacharach, y ya sabe lo que es triunfar en el Royal Albert Hall de Londres. Su música viene adornada con luminosos arreglos orquestales.
Esta última característica acompaña también a Anthony Strong, que vendrá próximamente a la capital para participar en el Festival de Jazz de Madrid el 27 de noviembre. Pero en su caso se trata de arreglos más clásicos, con una big band al estilo de los crooners tradicionales, recordando a Jamie Cullum cuando, en sus múltiples facetas, hace algo parecido. Pianista, compositor y cantante, antes de lanzarse en solitario trabajó como músico de sesión de artistas como Charlotte Church o Michael Bolton. Su disco de debut es de 2011, así que comprobamos que el comienzo de la segunda década del siglo XXI ha sido la catalizadora de este movimiento. Es especialmente admirado en Francia, y es capaz de llevar a su terreno los años cincuenta, a Elvis Costello, a Stevie Wonder e incluso Michael Jackson.
Otra revolución masculina se vive hoy en el mundo del soul. Y no nos referimos a ese sonido meloso llamado neo soul, que practican cantantes como Sam Smith, sino a esos otros más cercanos a las enseñanzas de Otis Redding. Como es el caso del anglo-francés-ghanésMyles Sanko, el norteamericano Leon Bridgeso al texano David Hooper, que, a más inri, vive hoy en día en Murcia.