Asistí al debut del Ballet Don Quijote este domingo en la Sala Ríos-Reyna del Teatro Teresa Carreño, como parte de la celebración de los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes. En ella participó la Sinfónica Juvenil Ezequiel Zamora, bajo la batuta de Luis David Aguilar, perteneciente al Sistema de Orquestas, junto al Ballet Teresa Carreño, en una producción de la Fundación Teatro Teresa Carreño, con la coreografía de la maestra Laura Fiorucci.
Venezuela Sinfónica | Patricia Aloy |
El montaje sin duda es exquisito, la puesta en escena resalta por el vestuario, la escenografía, la iluminación, el telón pintado a mano y la producción de alta factura.
Ballet en tres actos, basado en el capítulo XIX del segundo libro de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra. La música es compuesta por Ludwig Minkus. El relato nos presenta al caballero que sale en busca de aventuras animado por las novelas de caballería que a lo largo de la historia se centra en los amores de Kitri y el barbero Basilio. Don Quijote se enreda en la maraña de la memoria, sin poder diferenciar la fantasía de la realidad, no faltaron los molinos de viento que confunde con gigantes, seres fantásticos y la bella dulcinea.
Tres meses de ensayos le tomó a la Compañía Ballet Teatro Teresa Carreño consolidar la estructura donde los bailarines Susan Bello, Henry Montilla, Alexandra De León, Humberto Rodríguez, Yuliana Bello y Kevin Hernández mantuvieron al público cautivado a lo largo de las dos horas y media, que dura la presentación. Una generación decidida a retomar el espacio que obtuvo el ballet en los tiempos del maestro Nebrada.
Un pequeño tropiezo en el final del tercer acto, al completar los últimos compases con brío, Humberto Rodríguez (Basil) uno de los bailarines principales se cayó sin lograr igualar la velocidad del cierre. Profesionalmente se levantó y terminó el movimiento donde había quedado. El público aplaudió su veloz recuperación.
Siempre se dice que dirigir piezas sinfónicas para ballet es de alta dificultad, porque los movimientos deben coincidir con la coreografía de los bailarines, no se les debe perder de vista ni un minuto. Sin duda la velocidad de la batuta o el entusiasmo de los músicos hacen mella en el tiempo que necesitan los bailarines para concluir los saltos y piruetas. Todo debe encajar como un rompecabezas.
En la próxima escena, bailó maravillosamente, como estamos acostumbrados en otros montajes que le hemos visto protagonizar, alcanzando saltos y reivindicándose con los aplausos de la sala, que se dejaban escuchar con mas fuerza. Dirigir ballet es muy diferente a dirigir ópera, la orquesta escucha a los cantantes pero no puede escuchar las puntas de pie de los bailarines. Todo se conecta a través del director.
Conversamos con Luis David Aguilar, quien condujo esta función y nos comentó que “Dirigir ballet es complicado, ya que el director debe conectar la personalidad artística de los bailarines y de los músicos.”
No olvidemos que la orquesta, encarna la palabra juvenil. Muchachos a partir de 14 años, desempeñándose como músicos profesionales en un foso que han ocupado los más veteranos. Esta presentación es su segunda experiencia, luego de haberle hecho frente a Coppelia, sin duda un entrenamiento tenaz en su formación como futuros talentos.
¿Y son talentosos? yo podría decir que sin lugar a dudas lo son. Estamos hablando de jóvenes, que participan en grandes producciones en la sala más importante del país, el sólo hecho de estar allí y en su segunda vuelta significa que su aprendizaje ha sido constante y ascendente. Los miembros de la Sinfónica Juvenil Ezequiel Zamora de los Valles del Tuy provienen de Cúa, Charallave, Ocumare, Santa Lucía, Santa Teresa y San Francisco de Yare.
Algo que nos sorprendió de modo muy positivo es la venta del programa de mano, en un stand del Teatro, al subir las escaleras mecánicas. Definitivamente es una solución a los altos costos de impresión que enfrentan este tipo de montajes, permitiéndole al público informarse de los detalles de la producción, el elenco, las notas del programa. En fin, sumergirse en la historia y servir como vínculo entre los participantes y el público. Les sugiero llevar Bs.300 en efectivo para adquirir un recuerdo que nos brinda información concebida por el equipo que está a cargo de la obra.
El montaje estará en carteleras en la Sala Ríos Reyna el sábado 30 de julio a las 4:00 pm; el domingo 31 a las 4:00pm. Pueden adquirir sus entradas a través del portal www.teatroteresacarreno.gob.ve. Lo recomiendo como una opción para asistir en familia.