Recientemente, se han conocido los resultados de una sorprendente investigación realizada sobre un mechón de pelo de Beethoven que fue arrancado de su cabeza poco después de morir, permaneció conservado en un frasco de cristal durante casi dos siglos y fue adquirido en subasta pública por un urólogo y una investigadora de la Sociedad Americana de Amigos de Beethoven.
Vía: www.muyhistoria.es | Por Jorge Alcalde
Los estudios toxicológicos y genéticos realizados sobre este material demuestran que el músico no recibió grandes dosis de opiáceos y arsénico antes de morir, lo que desacredita las declaraciones de su secretario personal que acusó a los médicos de “haber matado a Ludwig con tanta medicina”. El cabello del genio alemán tampoco mostraba altos niveles de mercurio. Esta sustancia era empleada para curar la sífilis, por lo que parece demostrado que Beethoven no padeció este mal, en contra de lo comúnmente creído.
Por último, los investigadores creen que la causa de la muerte del músico pudo ser un envenenamiento crónico por plomo ingerido al tomar pescado del Danubio intoxicado, lo que le produjo una larga enfermedad y, probablemente, también su conocida sordera.