Prensa FundaMusical Bolívar
José Gregorio Altuve Avendaño nació a los cinco meses de gestación, por lo que tuvo que pasar sus primeros tres meses de vida en una incubadora. Un problema visual y cierta deficiencia cerebral llevaron a sus padres a inscribirlo, desde los 3 años y medio, en el Programa de Educación Especial de El Sistema en el estado Mérida. Su mamá, Rafaela Avendaño, asegura que su hijo, de 8 años, pasó de ser un niño intolerante al contacto con las personas y aislado, a un niño que se divierte con sus compañeros del Ensamble de Campanas, y que hoy en día toca piano, batería y triángulo.
“Mi hijo tiene un oído muy desarrollado. Tan solo escucha la melodía y ya puede hacer toda la obra. Y aquí ha sabido utilizar ese don. Me quedo sin palabras cuando tengo que decir qué ha significado El Sistema para mi familia. Gracias a los profesores mi hijo hoy quiere ser un músico famoso, tiene, junto a tus compañeros, una oportunidad de vida”, cuenta la mamá de José Gregorio, quien cursa segundo grado de educación básica y a quien le encantan las rancheras.
El Programa de Educación Especial del Núcleo de Mérida, que inició su trabajo en la entidad en el año 2000, atiende a 149 niños del Área Metropolitana de la capital andina. Bajo la coordinación del profesor Orlando Duque, el programa cuenta hoy con cuatro agrupaciones: el Coro de Manos Blancas, la Banda Rítmica, el Ensamble de Violín y el Ensamble de Percusión. Algunos de los niños que asisten a las clases de este programa viven a dos horas de la capital merideña, que es donde funciona el programa de Educación Especial. De allí, los esfuerzos que hace El Sistema, con el respaldo de Estado Venezolano, para que se creen más núcleos y módulos en todos los rincones del país.
Rubén Marval, padre de Ana Belén Marval, de 24 años de edad, afirma que El Sistema le abrió las puertas del mundo a su hija. La chica forma parte del Ensamble de Percusión del Programa de Educación Especial del Núcleo de Mérida y dicta clases a 24 niños en el Programa de Iniciación Musical. “Cada vez que vemos tocar a nuestra hija, el corazón se nos quiere salir del pecho. Todos los venezolanos deben acercarse a El Sistema; aquí no se le cierran las puertas a nadie. Aquí todos tenemos oportunidades de crecer”, asegura el señor Marval.
Mambo en el Aula Magna
Los 200 integrantes de la Selección 40 Aniversario 2015 de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, junto a 162 pequeños de la Orquesta Infantil Regional del estado Mérida, compartieron experiencias académicas este miércoles 25 de marzo en el recinto de la Universidad de Los Andes. El escenario del Aula Magna que recibe a doctores y magisters fue ocupado por estos niños, entre 7 y 12 años de edad, que interpretaron y bailaron el Mambo, de Pérez Prado, bajo la dirección del maestro Andrés González.
Los pequeños músicos de la orquesta regional comenzaron el intercambio musical con la conducción de Diego Sánchez, violinista merideño de 14 años. La Marcha Toreadores, de Bizet; el Tedeum, de Charpentier; y el Aleluya, de Haendel, fueron las tres obras ejecutadas por los 162 niños de todo el estado Mérida. Los 200 integrantes de la Nacional Infantil, dirigidos por Andrés González, se enfrentaron nuevamente al reto de interpretar el primer y cuarto movimiento de la Sinfonía n° 4, de Tchaikovsky.
La tercera parada del I Seminario-Encuentro por Occidente de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela es en el estado Trujillo, cuna de José Antonio Abreu, fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo ente rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.