Por un lado, la Filarmónica de Montevideo con Martin Lebel en el podio, clausurará su ciclo principal con una noche de alto voltaje sinfónico, dedicada enteramente a Johannes Brahms; y por otro, la sub-20 de la música nacional, la Orquesta Juvenil del Sodre, ofrecerá su “Noche Fantástica”: un concierto que con ímpetu de aprendizaje académico e irreverencia juvenil, se lanzan de lleno en un repertorio sin concesiones.
La orquesta de la ciudad se ha erigido como faro de referencia a nivel sinfónico. A punto de cumplir sus 55 años, la Filarmónica vive un momento de buena programación, gran respuesta de público y apuestas a cambios frente al período que se abre con su nuevo titular, el francés Martin Lebel. Brahms será el único compositor que ocupará la noche, con el Concierto para violín y la Cuarta Sinfonía. La primera obra es uno de los grandes conciertos para el instrumento del repertorio romántico junto con los de Beethoven, Mendelssohn y Tchaikovski, y uno de los más exigentes para el solista, será interpretado por el italiano Domenico Nordio. Este artista llega precedido de una impresionante carrera: ha tocado en el Carnegie Hall de New York, en la Salle Pleyel de París, en el Scala de Milán, en el Barbican Center de Londres y en el Suntory Hall de Tokio.
El concierto del martes cerrará una temporada que comenzó con el Réquiem de Verdi bajo la dirección de Arturo Diemecke y tuvo puntos altos como Petruska de Stravinsky con Josep Vicent, West Side Story de Bernstein con David del Pino y la Quinta de Beethoven con Piero Gamba.
Sub-20.
La Juvenil del Sodre no es un cuerpo musical profesional y no pretende serlo aunque pueda comparársele en buena ley por la seriedad con la que encaran el trabajo. Es una orquesta académica de primer nivel, que busca el perfeccionamiento de los jóvenes y que logra, con estudio, rigor y mucho arrojo, conciertos de buen rendimiento. Tal vez sea una de las apuestas de mayor proyección artística que ha hecho el país y que alimentará los elencos oficiales en un futuro próximo. La Juvenil además, ha conquistado al público y ha sumado, a la cartelera montevideana, una propuesta seria pero marcada por la frescura y a veces hasta por la irreverencia juvenil.
Para su aparición de mañana lunes en el Solís, la Juvenil recibe a uno de los jóvenes directores más prometedores de América Latina, el venezolano Joshua Dos Santos. El programa incluye a la famosa Danza Bacanal de la ópera Sansón y Dalila de Saint-Saëns y Scheherezade de Rimski-Kórsakov.La presentación coronará un seminario de capacitación orquestal que se ha realizado durante 10 días con destacados maestros internacionales.