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La obra para piano “Danza del desgarramiento” del compositor venezolano Andrés Levell será tocada por el pianista Walter Aparicio el viernes 26 de Octubre en Brooklyn, New York.
Foto, Ivette Díaz Espín
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Pero esta es la primera vez que la obra será tocada por otro pianista, además de ser el estreno en Estados Unidos.
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Danza del Desgarramiento es una obra para piano que el propio compositor ha tocado muchas veces en público, llegando a tocarla en México y España. Pero esta es la primera vez que la obra será tocada por otro pianista, además de ser el estreno en Estados Unidos. Se trata de una obra sumamente difícil técnicamente, muy rítmica y demandante de energía. Es una pieza que evidencia claras raíces latinoamericanas, con influencia de Jazz y Rock. La partitura se encuentra actualmente disponible publicada por la editorial norteamericana Cayambis Music Press.
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Sobre la obra, en su blog personal (andreslevell.blogspot.com) el compositor dice lo siguiente:
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“Danza del desgarramiento” es una pieza para piano que compuse en Junio de 2002, aunque debiera decir más bien, que fue una obra que se compuso a través de mí. Porque el proceso de creación ocurría directamente entre mis manos y el piano, entre mis manos y el papel, siendo yo apenas un espectador mudo, una sombra que sostenía aquel impulso irrefrenable y salvaje que pedía a patadas y golpes convertirse en música. Por ese entonces yo tenía dieciocho años de edad y estudiaba piano además de composición. Sin embargo mi nivel técnico no era suficiente para lo que la pieza me demandaba. Con sus ritmos violentos y sus saltos de octava, la pieza me exigía cosas que me eran técnicamente imposibles. Por lo que fue una lucha física pero sobretodo espiritual, en la que me exigí a mí mismo no entorpecer el proceso de gestación de la pieza, por ejemplo escribiendo sólo lo que pudiera tocar, sino todo lo contrario: dejar libremente que la pieza terminara de nacer, pudiera después tocarla o no. Porque por otro lado tampoco podía hacer otra cosa. Día y noche sentía una ciega necesidad de acercarme a un piano, a cualquier piano, el que fuese, con tal de tocar algunos compases, improvisar los siguientes, practicar los pasajes que todavía no me salen. Porque increíblemente al sentarme en un piano, las manos parecían saber lo que tenían que hacer, improvisaban sobre los motivos de la pieza como jugando con las teclas. Pero luego al tratar de repetir lo que había hecho para poder anotarlo con exactitud, me era casi imposible repetirlo. Hasta que entendí que estaba componiendo demasiado racionalmente. Que la obra me demandaba una entrega total y sin reservas, que era un impulso dionisíaco que me arrastraba. Entonces dejé a un lado la razón, la técnica y los miedos, y a partir de ese momento fue que comenzó a manifestarse para mí realmente la danza del desgarramiento. A partir de allí la dificultad técnica de la pieza no fue un problema, sino un frenesí enloquecido y violento, un trance en medio del cual podía ir de un lugar del teclado al otro como una fiera que salta sobre su presa. A pesar de que seguía siendo mucho más difícil técnicamente de lo que yo podía tocar, luego de terminarla podía tocarla completa de arriba abajo. Ciertamente los tendones de mis antebrazos habían quedado resentidos tras este enorme esfuerzo, para nada grave que fue solucionado con algunas terapias. Al componerla me sentía totalmente sumergido en una corriente indetenible que me arrastraba y para sostenerme de algo lanzaba mis manos sobre el teclado como un poseso, aferrándome al borde del abismo. Escribir y tocar esta pieza fue sin duda alguna una suerte de ritual iniciático. Esta obra me ha acompañado durante años en múltiples escenarios, públicos e íntimos, y es ciertamente una de las piezas a las que más aprecio le guardo”.
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El pianista Walter Aparicio es conocido por la calidez y la convicción de sus presentaciones, pianista Walter Aparicio explora temas de origen cultural e identidad a través de sus conciertos y talleres. Gran parte de su programación incluye música que hace referencia directamente a elementos de la danza, el idioma y las tradiciones populares. Componente activo de la música de compositores latinoamericanos, Walter se compromete a presentar obras raramente escuchadas a nuevos públicos. Su álbum debut, “Aires Indios: Piano Music of Bolivia” (MSR Classics) presenta música de compositores bolivianos Eduardo Caba, Simeón Roncal y Marvin Sandi. Estas obras evocadoras que se inspiran en la música folclórica andina se impregnan con la estilizada calidad vocal de Chopin y la barbarie de Bartók. En 2017, el Walter Aparicio fue incluido en la lista de artistas de Cayambis Music Press, un editor líder de obras de compositores latinoamericanos. Como artista de Cayambis, Walter defiende, graba y interpreta obras recientes de los compositores de la editorial.
El recital en el que se tocará la obra lleva por título “New Music by Latin American Composers” y se escucharán obras de compositores de distintas partes de Latinoamerica. Además de la obra de Levell, se escuchará “Three Themes Op. 76” del venezolano Miguel Santaella, “Tormenta” de Marcelo Beltrán (Ecuador), “Cuatro ensayos rústicos” de Armando Luis Ramírez (Puerto Rico), “Flores de papel” de René Silva (Chile) y “Cinco Preludios” de Alberto Villalpando (Bolivia).
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Viernes 26 de Octubre
“The Music of Diógenes Rivas” Manuel Laufer, 7:00pm
“New Music by Latin American Composers” Walter Aparicio, 8:30pm
Areté Venue and Gallery
67 West St #103, Brooklyn 11222.
El costo de las entradas es de $25 para escuchar ambos recitales, $15 si sólo uno de los dos
Para la compra de Tickets: https://www.brownpapertickets.com/event/3629688
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