Con cinco años, es capaz de confeccionar sus propias piezas y añadir variaciones a obras de grandes compositores
Vía: www.lavanguardia.com | Por MIRIAM ELIES,
El imponente piano de cola le hace parecer todavía más pequeño sobre el escenario. Se sienta sobre el banco y sus piernas no tocan el suelo, pero sus manos son lo suficientemente ágiles para alcanzar con rapidez todas las teclas que exige la pieza que toca. Suena Mozart. Se llama Evan Le , tiene cinco años y es todo un prodigio al piano .
Tenía tan solo dos años y medio cuando descubrió su talento con un teclado de juguete que le habían regalado a su hermano mayor, Brandon. “Cuando Evan lo vio, pulsó las teclas pausadamente, escuchando con atención los sonidos que provenían del juguete”, explican sus padres, Quoc Le y LyCo Le, en una entrevista a La Vanguardia. “Se volvió hacia su padre y le preguntó: ‘¿Cómo se llama esto?’”
Cuando su pasión por la música se hizo evidente, el juguete fue sustituido por un teclado eléctrico. Los Le, de origen vietnamita y residentes en California, EE.UU., reconocen que “se obsesionó con el piano”. A los tres años, Evan era capaz de reproducir canciones de cuna, por lo que sus padres intentaron apuntarle a clases en alguna escuela de música. “Ninguna le aceptó por su temprana edad”, detallan. No fue hasta los tres años y medio cuando recibió su primera lección de piano, en la VRMA en Westminster, California.
Le gusta jugar al ajedrez y la construcción con bloques de Lego, aficiones no muy habituales para los niños de su edad, y todos los profesores que han interactuado con él reconocen que es extremadamente brillante. Su asignatura favorita son las matemáticas, y tiene una gran capacidad para el aprendizaje.
Quoc y LyCo admiten que una carrera musical nunca fue lo que pensaron para el futuro de su hijo, pero cuando vieron su talento y cuánto le gustaba, decidieron apoyarle. Sobre su futuro profesional, los Le están convencidos de que el pequeño continuará sobre los escenarios “siempre y cuando persista su pasión por la música”, aunque sus dotes para las ciencias podrían llevarle a convertirse en matemático, físico o químico.
Evan no sólo toca el piano, sino que además es compositor. Se ha atrevido a añadir sus propias variaciones a piezas maestras como ‘Ah, vous dirai-je Maman’, de Mozart, incluso a crear su propia cadenza para el Concierto para piano n.º 8, llamado ‘Lützow’, en do mayor, K. 246, también del célebre compositor austriaco.
Ya ha sido galardonado con varios premios como reconocimiento a su talento. El pasado 18 de junio ganó el primer premio en el certamen de piano MTAC 2016, para artistas de menos de 12 años. Un mes después, volvió a proclamarse ganador en el concurso de piano SYMF 2016, en la categoría de menos de 11 años. El premio incluía tocar el concierto para piano nª8 de Mozart con la Orquesta Festival en el Gerald R. Daniel Recital Hall.
El pequeño artista ha recibido peticiones de varias partes del mundo. Países de América del Norte, Asia, Europa, América del Sur y África han enviado ofertas para que actúe en grandes espectáculos y programas de televisión. Aunque sin éxito. Sus padres las han declinado todas porque, al fin y al cabo, es un niño y lo único que quieren es que se divierta.