Vía: elcomercio.es | Por: M. F. ANTUÑA | GIJÓN
El compositor avilesino, que emigró a Cuba, Estados Unidos y México, suena en los grandes auditorios europeos de la mano de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar
Estos días suena por los grandes templos de la música clásica europea su música. Julián Orbón (Avilés, 1935, Miami, 1991) fue un compositor brillante cuyas creaciones han dirigido los más grandes directores y que hoy adquiere un protagonismo muy especial de la mano del venezolano Gustavo Dudamel. El joven director, titular de la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles, le ha convertido en uno de sus compositores de cabecera y en el último lustro no ha cesado en su empeño de darle lustre. La última vez, con la gira euroepa que protagoniza al frente de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que el sábado llegó al Royal Festival Hall de Londres, el lunes a Bruselas, y el miércoles a la Ópera de Francfort. Hoy estará en el Palau de la Música en Barcelona; el día 19 en el Palau de la Música de Valencia, el 20 en el Auditorio Nacional de Madird para concluir el tour en la Philharmonie de París.
Para esta gira, Dudamel ha apostado por un repertorio que incluye composiciones europeas y latinoamericanas. Y en este segundo ámbito se inscribe la obra de este avilesino que emigró a Cuba con apenas 14 años y después se asentó en Nueva York y México con sus melodías. Las Tres Versiones Sinfónicas de Orbón sirven para abrir un concierto en en el que Dudamel dirige a 200 jóvenes músicos y extrae de ellos una interpretación rigurosa y fresca. Tras Orbón, suena la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler.
No es que Dudamel haya puesto en el mapa a un Orbón, al que ya han interpretado personalidades como Erick Kleiber, Antal Doratti, Heitor Villa-Lobos, Carlos Chávez, Carlos Surinch o Eduardo Mata, pero el venezolano es uno de los músicos más influentes del momento y siempre se ha declarado un rendido admirador del asturiano, de ahí su empeño darle el brillo y volumen. «Dudamel se educa en la Red de Orquestas de Venezuela (Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008), con José Antonio Abreu, que admiraba a Julián. Entiendo que es así como entra en contacto con su música y desarrolla ese interés por ella. Hace unos cinco años empieza a hacerla, porque ya con anterioridad a esta gira había dirigido obras suyas», asegura Armando Orbón, músico y sobrino del desaparecido compositor hispanocubano. Es consciente Armando Orbón de la enorme proyección que Dudamel es capaz de darle a la obra de Orbón, puesto que es una figura que «arrasa en los conciertos».
Es curioso que mientras Julián Orbón recorre Europa de la mano de una orquesta venezolana, quizá en Asturias no es tan conocido como debería. Si bien es cierto que da nombre al Conservatorio de Avilés y que la OSPA ha hecho sonar su música, el conocimiento de su figura es muy limitado a determinados ámbitos. E incluso en el propiamente musical -sostiene Armando Orbón- en Asturias se actúa por impulsos, «por el afoguín». Es decir, se le da brillo un año y se le olvida al siguiente. «Yo creo que hace ya seis o siete años que la OSPA no incluye ninguna obra suya en su repertorio», señala el músico. «En Asturias, en este caso, y como ha ocurrido también con otros intelectuales, todo cae enseguida en el olvido, tenemos esa tendencia», lamenta el sobrino del compositor asturiano.