La ya exintendente austriaca del Palau llegó en el año 2000 desde la London Symphony Orchestra y con el sello de calidad de Von Karajan
La hasta ahora intendente del Palau de les Arts de Valencia, Helga Schmidt, ha visto hoy cómo sus quince años al frente de este coliseo, por donde han desfilado algunas de las figuras más relevantes y exclusivas del mundo, se esfuman ante su detención por las posibles irregularidades en su gestión.
Hoy, y tras conocer el registro policial del Palau en presencia de la intendente, el Gobierno valenciano ha decidido apartarla temporalmente de sus responsabilidades.
Fue el 14 de enero de 2000 cuando la Generalitat anunció que el entonces president Eduardo Zaplana se había reunido con Schmidt, asesora musical del Covent Garden de Londres y exdirectora del festival Mayo Musical Florentino, con el fin de convertir el por entonces aún llamado Palacio de las Artes “en uno de los mejores teatros del mundo” con una inversión de 250 millones de euros.
Schmidt tenía ante sí el reto de colocar a la Comunitat Valenciana “en los mejores circuitos operísticos y de danza de Europa” gracias a su “reconocido prestigio en el mundo musical europeo” y su conocimiento del “dinamismo cultural y la tradición musical” de esta región.
Hija de director de orquesta y casada con el barítono italiano Wladimiro Ganzarolli (fallecido en 2010), llegaba a Valencia como gestora de la London Symphony Orchestra y de la Concertgbow Orchestra y con la vitola de haber colaborado con Herbert Von Karajan y el festival de Salzburgo.
Tras estudiar piano en Viena y posteriormente Historia del Arte en la Sorbona, según reseña la web del Palau de les Arts, con 21 años comenzó su carrera profesional como asistente del director general del Festival de Viena, Egon Hilbert.
Siendo Karajan director artístico y musical de la Ópera de Viena, se le contrató para este teatro “donde trabajó diez años codo con codo” con el famoso director alemán.
“Fue Karajan quien me aconsejó que tomara el camino de la dirección artística, empezando desde abajo, conociendo todos los rincones del teatro”, declara Schmidt en la web del coliseo.
Ya en Londres, ocupó a mediados de los años 70 del siglo pasado el puesto de directora artística del Covent Garden y vio debutar en la Royal Opera House a directores como Riccardo Chailly, Carlos Kleiber, Lorin Maazel, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Seiji Ozawa o Georges Prêtre, así como a cantantes como Montserrat Caballé, José Carreras, Plácido Domingo o Luciano Pavarotti.
“Asesora artística de un sinnúmero de instituciones y orquestas de primer rango”, a finales de los 90 “se dejó fascinar por el ambicioso proyecto” que la Generalitat y Calatrava estaban preparando “con la idea de abrir un gran teatro de ópera en Valencia”.
Según defiende la web oficial del Palau, Schmidt es una “gestora ejemplar” que “en su inexistente tiempo libre sueña con releer a Rilke, Goethe o Baltasar Gracián”, así como con “cuidar de sus dos perros en su casa campestre de Piamonte y con navegar solitaria ‘por un mar azul de horizontes infinitos con la única compañía del recuerdo imborrable’ de su esposo Wladimiro”.
Bajo su gestión se han programado en Valencia algunas de las producciones más reconocidas del mundo con figuras como Zubin Mehta, Lorin Maazel o Plácido Domingo, quien en apenas un mes ha pasado de defenderla en Valencia a reclamar que aclare públicamente ese supuesto cobro de comisiones.