Vía: DW | Autor: Rick Fulker/MS | Editora: Rosa Muñoz Lima
Obstinación. Ludwig van Beethoven escribió que en esa cualidad reside el arte verdadero. Ilona Schmiel, directora del Festival Beethoven, explica para DW las claves de la programación correspondiente a la edición 2012.
DW: ¿De qué manera se refleja en la programación el lema de este año: “El verdadero arte es obstinado”?
Ilona Schmiel: El provocador y sorprendente Beethoven siempre estuvo por delante de su tiempo y ha quedado para la Historia de la Música como un revolucionario. A veces pienso que, en esta era de Internet y globalización, vivimos en un mundo deshumanizado. En el siglo XXI necesitamos precisamente “obstinación” artística, porque los grandes logros creativos solo se alcanzan cuando una persona es capaz de seguir su propio camino. Eso es lo que nos demuestra la historia, aunque, a veces, el éxito no se conquista en vida.¿Qué artistas de los programados en la edición 2012 poseen esa “obstinación” artística”?
El pianista húngaro Andras Schiff es un ejemplo. Lo que expresa al interpretar las 32 Sonatas de Beethoven es algo único. Otro prototipo de acercamiento individual a la música es el director letón Andris Nelsons, que inauguró la presente edición del Festival con la Orquesta de la Ciudad de Birmingham. Nelsons pertenece a una generación de directores muy jóvenes que harán grandes cosas. Otro ejemplo es Hebert Blomstedt, un director de 85 años con una gran carrera. En los últimos cinco años ha surgido algo especial en su manera de dirigir, algo muy profundo, fruto de su experiencia. Blomstedt dirigirá por segunda vez en el Festival a la Orquesta de Cámara de Bremen. Los músicos ya me han anticipado que están deseando trabajar con él, pero también lo temen. Esta formación también es “obstinada” a su manera. Cada instrumentista es también accionista, y se percibe en su sonido un alto grado de implicación personal.
Este año hay un concierto coreografiado y algún que otro formato inusual en la programación. ¿Qué nos puede adelantar?
Hemos ideado junto con el director Esa-Pekka Salonen y la Orquesta Philharmonia de Londres un interesante concepto “olímpico” aplicado a las Sinfonías de Beethoven. Los cinco aros olímpicos que representan los cincos continentes quedarán reflejados en obras contemporáneas de compositores procedentes de estas cinco áreas terráqueas, que serán interpretadas junto al ciclo sinfónico beethoveniano a lo largo de cinco días. También es muy interesante el homenaje al compositor norteamericano John Cage en su centenario. Sus obras sonarán en la Milla de los Museos de Bonn en escenarios inusuales, en los que el público podrá deambular entre los sonidos. Por último, tendremos a la tercera generación del Sistema de Orquestas de Venezuela, la Joven Orquesta de Caracas, con 180 niños y jóvenes sobre el escenario. Cuando tocan la Cuarta Sinfonía de Chaikovski, el auditorio estalla de energía.