La Orquesta Filarmónica de Jalisco se engalanará hoy y este domingo con interpretaciones de obras de Niccolò Paganini y Dmitri Shostakóvich
GUADALAJARA, JALISCO (17/MAR/2016).- Hoy y el próximo domingo la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) invocará a dos genios del violín: interpretará música de Niccolò Paganini y Dmitri Shostakóvich, teniendo como concertino y artista invitado al violinista venezolano Iván Pérez. La cita es hoy a las 20:30 horas y el domingo a las 12:30 horas en el Teatro Degollado.
Esta es la tercera vez que Pérez toca con la OFJ, primero fue el año pasado cuando vino Dorian Wilson con música de John Williams, luego fue partícipe de un recital de la orquesta y ahora llega esta oportunidad donde en la primera mitad de la velada Iván tocará el concierto No. 1 de Paganini. En entrevista con esta casa editorial, el violinista señala que más que sentir emoción por abrir el concierto de la OFJ como solista, lo pone nervioso ejecutar a la perfección a un genio como lo fue el italiano.
Comentó que la decisión de tocar a Paganini fue del director de la OFJ, Marco Parisotto. “Él sí está pensando en lo que quiero mostrar al público. Paganini es un artista que prácticamente cambió la historia de la música, porque existe la técnica antes de él y después de él. El músico rompió todos los moldes… Expandió la técnica del violín”.
Iván Pérez tiene cinco meses radicando en Guadalajara y luego de estos recitales tendrá otro compromiso más con la OFJ, con la Tercera Sinfonía de Beethoven; espera que en el inter surjan nuevos proyectos; por el momento, seguirá viviendo en Jalisco.
El universo de Shostakóvich
En la segunda mitad del espectáculo, Iván se incorporará con la OFJ como concertino para tocar la Sinfonía No. 10 de Shostakóvich. “Esta es una obra muy distinta que no tiene nada que ver con lo anterior, lo de Paganini es el canto y virtuosismo, puras piruetas para violín. Lo de Shostakóvich es un retrato de la Unión Soviética en plena era de Stalin.
A la pregunta de cómo se prepara un músico como él para interpretar a dos genios y no morir en el intento, Iván señala que se tienen que estudiar muchas horas al día: “Tienes que tener la preparación técnica y psicológica, para tocar porque cuando estás en orquesta estás arropado por los músicos pero cuando estás de solista pues sólo estás tú. Es como el trabajo de un atleta”.
Iván reconoce que el trabajo del intérprete es tratar de tocar las obras pensando en cómo fueron escritas, pensando en qué quiso decir el compositor y traducirlo al presente y cuando lo entiende, la música lo transporta a la personalidad del autor, “pero eso es después de que ha pasado el proceso técnico y comienzas a ver otras cosas, no se puede olvidar que cada nota que tocas está estudiada”.
Tocar a Shostakóvich para él se trata de un grito de libertad, porque la música hace referencia al movimiento político-social de la Unión Soviética, pero correlacionando a Paganini, éste también tiene un fuerte vínculo con la música de libertad. “Paganini fue el primer el músico freelance de la historia. Yo amo a Shostakóvich y a Paganini lo he aprendido a amar, cuando lo tienes que estudiar no lo haces porque es muy difícil”.