EUROPA PRESS – Mirian San Martín
“No soy un virtuoso, soy un buen comunicador”, ha manifestado este miércoles el músico Jamie Cullum, quien se encuentra en Madrid para actuar hoy y mañana en el Teatro Circo Price, dos conciertos cuyas entradas llevan agotadas varios meses.
El británico no encuentra monótono el hecho de tocar dos veces en el mismo lugar, según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press, sino todo lo contrario. “Un músico está siempre moviéndose de un lado a otro, por lo que estar en un mismo lugar dos veces supone que conoces el espacio y cómo va a sonar, eso no quita la magia, sino que la magia ocurre dos veces”, ha dicho.
Cullum publicó hace unas semanas ‘Interlude’, una experiencia “única” a cuyo productor conoció en el programa de radio en el que participa. Juntos decidieron sacar adelante varias sesiones de grabación sin saber muy bien qué iba a ocurrir. “Yo quería hacer un disco de jazz”, cuenta el artista.
En este álbum, que contiene canciones como ‘Don’t Let Me Be Misunderstood’, no había “pasos” y se hizo sin ningún tipo de “esfuerzo” y de hecho hoy lo siente como si no lo hubiera hecho, como si fuera “un disco fresco”.
Preguntado acerca de su nivel de perfeccionismo en la música, Cullum ha señalado que pone siempre el “listón muy alto” y que le gusta hacer “bien” las cosas, pero admite que prefiere que las cosas tengan errores e imperfecciones. “Una de mis fortalezas es que no soy perfeccionista. Prefiero la planificación y la práctica, pero cuando llega la hora de la verdad es bueno mantener esas grietas”, asegura.
Una de las razones por la que le gusta ‘Interlude’ es porque los músicos que participan tienen una “habilidad” que le emociona, y es saber que no hace falta hacerlo 20 veces sino que una sola grabación, con sus imperfecciones, ya es una buena toma. “La música se hace de muchas maneras diferentes”, ha indicado el músico, quien añade que grabaciones de artistas como The Beatles o Bob Dylan son perfectas pero no suenan perfectas y está seguro de que “no serían igual de otra forma”.
Algunos de los genios que destaca son Ben Folds, John Coltrane, Miles Davis, Nick Drake e incluso Aphex Twin. Para el intérprete, su generación de músicos de jazz está interesada en su mayoría también en géneros como la electrónica, el hip hop o la música clásica, que al fin y al cabo es de donde procede este género, según destaca. “Parte de la libertad que conlleva interpretar jazz supone que tienes los oídos muy abiertos”, ha asegurado.
PUERTAS ABIERTAS A LA EXPERIMENTACIÓN
Jamie Cullum no cierra la puerta a la experimentación, especialmente en el campo de la electrónica, pero no se atrevería con géneros como el flamenco, puesto que no cree que tenga la habilidad necesaria. “No soy un virtuoso, soy un buen comunicador. No es modestia, es la verdad”, ha manifestado.
Antes de viajar a España ha escuchado artistas flamencos como Camarón de la Isla. “Como músico, encontrar otro lenguaje musical es emocionante. El lenguaje del flamenco es tan complicado como el del jazz, rítmicamente y melódicamente y el nivel de improvisación es emocionante. Es otro mundo, pasa todo delante de ti, y todo al margen del capitalismo. Equivale a la música de los 60, es contracultura, pero a un nivel muy alto”, ha dicho el músico británico.
Preguntado por futuros retos musicales, Cullum confiesa que le gustaría actuar con Beyoncé, quizás con una pieza “clásica”, aunque bromea con la idea de bailar con ella en el escenario. También sueña con participar en algún proyecto junto a artistas de la electrónica como Aphex Twin o Alvar Noto y desarrollar así su dimensión más experimental, esa que le ha llevado a sitios aparentemente alejados de su mundo como es el festival Sonar de Barcelona.