Una de las integrantes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar más respetadas, valoradas, queridas y apreciadas es Jhoanna Sierralta, ejecutante de la fila de violas, quien al mismo tiempo y gracias a su talento se convirtió en una de las principales exponentes de dicho instrumento en Venezuela.
Por Roberto C. Palmitesta R. | @rpalmitesta | ESPECIALPARA VENEZUELA SINFÓNICA | Crédito Fotos: Oscar Ribas Torres @oscarribast
Nadie duda de sus cualidades musicales, de su criterio, de su calidad humana y también de su liderazgo, y es justamente haciendo uso de esas habilidades que decide incursionar en el difícil mundo de la dirección de orquestas.
Comenzó su formación en el núcleo de Montalbán, Caracas, cuando tenía 13 años. Luego pasó a formar parte de la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil que luego se convirtió en la otrora Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, que actualmente es la profesional Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela. También fue integrante de la Sinfónica Juvenil de Caracas. Johanna ha sido una de las testigos y protagonista de todos los éxitos que cosecharon estas orquestas.
Le apasiona la docencia por lo que ha trabajado en distintos núcleos de El Sistema, compartiendo con cariño los conocimientos adquiridos. En el ámbito internacional ha dictado clases magistrales en Lima, Perú a través del Conservatorio Andino Itinerante y con El Sistema Colombia; también trabajó en la enseñanza de práctica orquestal en El Sistema Escocia de Raploch, Stirling en 2012, así como en el programa musical de HOLA (Heart of Los Angeles) en 2012, al igual que con la Youth Orchestra of Los Angeles (YOLA) en 2012 y 2015.
Jhoanna con mucho entusiasmo le cuenta a Venezuela Sinfónica cómo se dio su incursión en el mundo de la dirección de orquestas, también habla sobre los proyectos que está desarrollando con La Camerata de Cuerdas de la Fundación Música Maestro de Madrid y cuenta sus planes a futuro como solista. Además, no pudo evitar expresar su pesar sobre la difícil situación que atraviesa su tierra natal, así como su deseo de defender siempre al sistema de orquestas que la vio crecer y al cual le ha dedicado 20 años de su vida.
Como preámbulo a esta entrevista la Fundación Música Maestro de Madrid expresó en su página web oficial sobre la artista venezolana las siguientes palabras: “El sentido de responsabilidad inculcado desde la orquesta a temprana edad por su principal maestro, José Antonio Abreu, fundador de El Sistema, es lo que caracteriza el trabajo de esta violista como formadora de jóvenes músicos en la práctica orquestal”.
VS: Eres conocida principalmente por tus cualidades para tocar la viola y por ser integrante de la Sinfónica Simón Bolívar, pero sorprendió que ahora te estas dedicando la dirección de orquestas. ¿Cuándo nació esa pasión por dirigir?
La verdad es que a mí también (risas). Muchas personas querían que yo lo hiciera, no lo había pensado, me impulsaron los jóvenes con los que he trabajado. Cuando hacíamos los seccionales de cuerdas yo iba dejando la viola y comenzaba a mover los brazos, intentando dirigir y ayudar. Los jóvenes alumnos y mis compañeros me decían que debería dedicarme a dirigir.
VS: Luego de tocar tantos años bajo la batuta del maestro Dudamel imagino que él ha influido en tu faceta de directora.
Sí, me han dicho “tienes la mano como Dudamel” y es inevitable. Yo aplico muchas cosas que vi con Gustavo durante tanto tiempo, sus ensayos son las mejores clases de dirección. Todas esas horas de ensayo con él y con el maestro Abreu fueron invaluables.
VS: ¿Cómo te ha ido estudiando dirección de orquestas en España? Imagino que la dinámica debe ser distinta a como es aquí en Venezuela.
No es tanta la diferencia. Aquí hay muchas opciones para estudiar en el medio musical. Estoy estudiando en la Academia Opus 23, que la dirige Andrés Salado, un joven maestro de 33 años, junto a Miguel Romea, ambos diseñaron el curso de dirección que es muy práctico y dinámico. No solo está orientado a dirigir orquestas, también a dirigir ensambles y cuartetos.
VS: ¿Podrías explicarnos un poco cómo es la metodología?
Ellos te mandan un repertorio al mes y debes prepararlo y llevarlo listo. Luego tienes una hora de clases en la que el profesor te ve y te evalúa, te dice lo que tienes que hacer y cómo debes mejorar. Somos 15 chicos y conmigo 16, soy la única mujer.
VS: ¿Piensas hacer carrera como directora de orquestas?
Al principio lo hice no para ser directora sino para tener una herramienta para ayudar y formar en los ensayos que también es la idea del curso. He aprendido muchísimo, sobre todo ahora sé con profundidad lo que representa estudiar un score. No es lo mismo estudiar las partes para la viola que el score completo. Estudiando el score me di cuenta de muchas cosas en cada obra que antes no había descubierto.
Para mi sorpresa mis profesores y compañeros me dijeron que tenía un buen punto de partida, me han dicho que tengo talento para dirigir orquestas y que ellos estarán allí para ayudarme cuando quiera profundizar más.
VS: ¿Cuál camino piensas tomar tomando en cuenta que también eres una excelente ejecutante de la viola?
Todavía no lo sé, por ahora estoy entre la viola y la orquesta.
VS: ¿Hasta ahora como ha sido tu experiencia dirigiendo en España?
El pasado 27 de mayo tuve una excelente experiencia dirigiendo a la Camerata de Cuerdas en la Iglesia de la Inmaculada y San Pedro Claver. En ese evento se presentaron otras orquestas con otros directores, fue a beneficio del Proyecto Hospitalidad de la Pal Madrid.
VS: ¿Cuáles son tus planes futuros? ¿Cuándo vuelves a dirigir?
Volveré a dirigir a la Camerata de Cuerdas en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid el viernes 30 de junio, interpretando el Humoresque de Tchaikovsky en el marco del concierto de clausura de curso. Ese concierto es organizado por la Camerata de Cuerdas de la Fundación Música Maestro de Madrid.
VS: ¿Qué nos puedes decir sobre la Camerata de Cuerdas de la Fundación Música Maestro? ¿A qué se dedica? Te escucho muy entusiasmada con esta institución y la habías mencionado anteriormente.
Es una institución dedicada a la formación orquestal y que se enfoca en el aspecto social, tiene varias similitudes con El Sistema y su director artístico es Jesús Moreno. Yo me acerqué a ellos cuando me pidieron que diera una charla sobre mi experiencia en Venezuela con El Sistema, pero luego le dije a Jesús que quería compartir y participar en sus actividades.
VS: ¿Hasta ahora cómo ha sido tu experiencia trabajando con esta fundación? Se te nota que estas muy contenta.
Sí claro, desde un principio Jesús Moreno me pareció una persona muy honesta. Estoy ayudándolos a dar a conocer su labor y sobre todo su recurso humano que es muy importante. Con este trabajo siento que de alguna manera le estoy retribuyendo a la vida todo lo que me ha dado. También estoy esparciendo las semillas que ha dado El Sistema en otros países, es llevar un poco de Venezuela a otros lugares.
VS: Hemos estado hablando más que nada de tu rol como directora, pero ¿qué va a pasar con tu carrera como ejecutante de la viola? ¿Tienes pensado incursionar como solista? El repertorio escrito para viola no es tan conocido como el de otros instrumentos.
Seguiré trabajando con la viola, es mi instrumento, no la voy a dejar. En el futuro está dentro de mis planes trabajar como solista. Para 2018 tengo pensado interpretar el Concierto para viola de Georg Telemann y tengo otros proyectos que luego anunciaré.
VS: ¿Qué es lo que más extrañas de El Sistema y de la Sinfónica Simón Bolívar?
Extraño muchísimo la parte humana de la orquesta, porque claro, yo cecí y viví dentro de esa orquesta que es como una gran familia, y claro que extraño sentarme en su fila de violas a ensayar y dar conciertos compartiendo con mis amigos.
VS: Durante la participación de la Orquesta en el Festival de Salzburgo de 2012 recuerdo que uno de los directivos del festival le comentó al maestro Abreu que la orquesta tenía un sonido especial y que era única en el mundo, porque tiene un grupo de músico que crecieron juntos y se formaron juntos, como una familia, durante muchos años, de allí que exista un gran entendimiento y compenetración, algo que es muy difícil de lograr.
Sí, es cierto, tiene un sonido único y lo increíble es que no te das cuenta hasta que te vas, luego te dices: “esto no lo voy a conseguir en ninguna parte”. Es verdad que somos una familia tocando junta durante mucho tiempo y siendo dirigidos por la misma persona durante todo ese tiempo, claro que esto influye muchísimo en el sonido de una orquesta.
Extraño también no solo el contacto con mis compañeros, también extraño al resto del personal, al personal técnico y su dedicación, a los atrileros y su trabajo hecho con tanto cariño, y a quienes nosotros los músicos debemos muchísimo porque el trabajo de ellos es indispensable. Extraño ese trabajo en conjunto donde todos nos veíamos por igual.
VS: A través de tus redes sociales has manifestado lo mucho que te afecta la situación actual que vive Venezuela y en medio de este ambiente convulsionado El Sistema ha sido duramente e injustamente criticado. ¿Cómo te sientes al respecto?
Lamentablemente se ha creado una matriz en contra de El Sistema y es una lástima porque a lo largo de casi 43 años ha crecido muchísimo, inclusive más de lo que se esperaba, por eso ha causado inquietud en otras personas e instituciones que tienen otros proyectos, y ahora con lo sensible de la situación de Venezuela, El Sistema está aún más en la mira. Yo llevo 20 años en esta institución, es toda una vida, pero siento que ha pasado rápido, entonces el tema de que sea criticado me toca los sentimientos y no puedo evitarlo.
VS: Muchos integrantes de El Sistema ven a una orquesta como una sociedad en armonía…
Recuerdo cuando el maestro Abreu decía que una orquesta era el mejor ejemplo de democracia y tiene toda la razón, cada integrante de la orquesta tiene su manera de trabajar y su forma de pensar pero eso nunca fue un motivo de división, eso yo lo viví con mis compañeros de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el hecho de que alguien no estuviera de acuerdo no significa que esa persona sea señalado. En la orquesta todos podemos opinar y llegar a un acuerdo, y es un ejemplo que El Sistema le ha regalado a Venezuela con tantas orquestas en todo el país.
VS: Lo triste es que el extremismo político y la ignorancia de algunos líderes, y hasta de algunos colegas periodistas que con poca ética, sin averiguar bien los hechos hablan incluso hasta de cerrar El Sistema. Lo irónico es que muchas de estas personas que lo critican nunca han pisado uno de nuestros núcleos de enseñanza, entonces ¿cómo critican algo que no conocen?
De verdad es triste, lamentable e injusto. Nuestras orquestas son un ejemplo de constancia, de dedicación, de trabajo en equipo y de verdadera igualdad, me duele ver a los venezolanos tratando de dividir, debemos hacer valer las cosas positivas que tenemos, formar a la gente, formar al público y eso lo ha hecho El Sistema durante tantos años. Es triste que no sepamos apreciar lo que tenemos, dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, pero entonces ¿por qué esperar a perder El Sistema para valorarlo? Vamos a valorarlo ahora que lo tenemos y que sigue en pie haciendo cosas maravillosas para Venezuela.