Escrito por Yisenia Pérez
Uno de los conductores más populares y queridos de “El Sistema” de Orquestas de Venezuela. El estudio permanente y su gran sentido autocrítico son dos constantes que lo describen, el hecho de incluir música de compositores venezolanos dentro del programa de los conciertos que ofrece lo ha consagrado como una figura especial de la dirección en apoyo a la composición en Venezuela.
El carisma y esfuerzo con los que lleva su carrera le permitieron un lugar en el programa de becas Dudamel Fellows. Hoy en día el arte que interpreta este maestro a la batuta es solicitado con frecuencia por músicos y admiradores de diferentes partes del país, conoce con nosotros más del director Joshua Dos Santos
—¿Qué es lo mejor de la dirección de orquestas?
Creo que lo mejor del arte en general y en mi caso de la dirección de orquestas, es tener la oportunidad de comunicar a través de la música ideas y sentimientos que de alguna forma transforman el entorno.
—Sin ser sinestésico podrías decir ¿qué sabor tiene el dirigir una orquesta?
Es una sensación y un sabor muy particular porque en el podio se juntan las energías de todos los músicos, entonces es como estarse alimentado de eso.
—¿Popular o académica?
Ambas! Lo importante es que sea música no importa el género.
—¿Hasta dónde llega la música?
La música es infinita, pero llega sólo hasta donde cada uno de nosotros lo permite
—¿Una obra difícil….. por qué?
Me parece que “Cuatro movimientos para violín y orquesta” del compositor venezolano Juan Carlos Núñez ha sido una de las obras con las que más dificultad me he encontrado, esto debido a que tiene pasajes rítmicos difíciles de ensamblar entre el solista y la orquesta y a su vez también se encuentran grandes líneas melódicas que requieren de una alta expresividad.
—¿Y el compositor favorito?
No existe. Todos los compositores tienen su sitio de preferencia para mi, es por eso que me gusta combinar obras nuevas con otras ya más conocidas.
—¿Cuándo se llega a la excelencia?
Cuando se está en la constante búsqueda de la excelencia nos acercamos muchas veces a ella. Pero cuando estamos rozándola nos percatamos de que no es lo que queríamos, entonces seguimos buscándola y así sucesivamente. Es por eso que nunca se alcanza, porque siempre queremos ser mejores.
—¿Tocar y luchar?
Tocar, luchar y dirigir hasta que la vida lo permita!!
—¿Virtuosismo o musicalidad?
Musicalidad con virtuosismo.
—¿En qué piensa cuando dirige?
En los próximos 10 compases.
—¿Qué significa ser parte de la generación de jóvenes directores de
Venezuela?
Solo soy una persona que a través de la música coloco mi granito de arena para tratar de que el mundo y nuestro país sea mejor. Dentro de poco habrá una nueva generación de músicos y directores que sin lugar a dudas superarán a la nuestra, dejarles algo, por muy sencillo que sea, para mi es importante.
—¿Cómo hace un director para dirigir una obra exactamente como la
quiere el compositor?
La estudia detalladamente, pero muy pocas veces el resultado es exactamente lo que el compositor escribió en la partitura o lo que quería el compositor. Esto se debe a que cada persona es diferente y el arte es infinito. Posiblemente si la 5ta. Sinfonía de Beethoven sonará siempre como Beethoven lo quiso, ya nadie la escucharía.
—¿El futuro de la música clásica o académica está en Venezuela?
El futuro de la música es incierto, sin embargo no cabe duda de que Venezuela ha marcado una pauta y deja un gran legado.
—¿Por qué es importante el músico en la sociedad?
Creo que todos somos importantes en la sociedad. Cada uno aporta su talento en las diferentes ramas. En el caso de los artistas nosotros le damos vida y un nuevo respiro al alma, eso también es importante en una sociedad.