No hay entradas ya para la gala benéfica que la Ópera de Viena acoge este domingo en favor de “Sinfonía por el Perú”, el proyecto de ayuda a la infancia que su creador, el tenor Juan Diego Flórez, definió hoy como una forma de transformar la sociedad mediante la música.
“Realmente estamos cambiando las vidas de estos niños a través de lo que más amo, que es la música”, explicó Flórez en una rueda de prensa para presentar un concierto en el que contará con amigos como la soprano Anna Netrebko, la mezosoprano Cecilia Bartoli y el tenor Celso Albelo.
Flórez creó “Sinfonía por el Perú” en 2011, tras haber conocido el Sistema de Venezuela, una pionera iniciativa para sacar de la pobreza y la marginación a niños desfavorecidos a través de la música.
“Pude ver cómo la música puede ser una herramienta para superar la pobreza”, recordó Flórez.
El tenor explicó que el objetivo inmediato de “Sinfonía por el Perú” no es formar a grandes músicos sino “mejores personas”.
Flórez se refirió a un reciente estudio que refleja el impacto positivo de este programa en los niños: mejores resultados escolares, mejor comportamiento, más autoestima, disminución de la violencia familiar, del trabajo infantil.
Una forma de hacer “mejores estudiantes, mejores niños, y mejores ciudadanos” a través de la música, resumió el cantante peruano.
“Nada como la música puede provocar este cambio y transformación social en los niños y pasar a las comunidades”, insistió el tenor.
“No es un proyecto musical, es un proyecto social mediante la música”, aclaró.
Actualmente, “Sinfonía por el Perú” dispone de 15 núcleos en distintas regiones del país, en los que un total de 2.500 niños de entre 7 y 18 años acuden cada día tras el colegio para cantar y tocar música durante tres horas.
La creación de estos centros requiere una inversión inicial de unos 100.000 dólares (91.000 euros) y el coste anual de funcionamiento, sin contar los instrumentos, ronda los 70.000 dólares (63.705 euros). Están financiados casi exclusivamente por empresas privadas y fundaciones extranjeras.
“Hemos recibido mucha ayuda del sector privado; realmente no mucho aún del Gobierno, pero espero que llegue pronto”, indicó Flórez.
El concierto del domingo servirá para presentar en sociedad “Friends of Juan Diego Flórez”, una asociación creada para apoyar a “Sinfonía por el Perú”, pero también a otras iniciativas parecidas, con la idea de extender a todo el mundo ese concepto de transformación social mediante la música.
Un ejemplo de esa internacionalización es la Orquesta Sinfónica Harmonía, formada por jóvenes músicos de diferentes países, entre ellos Venezuela, Perú, Colombia y Chile.
Varios miembros de este conjunto, que tuvo su primer concierto el pasado año en la sede de la ONU en Ginebra, tocarán este domingo junto a 17 miembros de la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Viena.
Para el programa del recital, que Flórez calificó de “inmejorable”, se han elegido piezas de compositores como Mozart, Rossini, Dvorak, Verdi o José Serrano.