Para todo artista el reconocimiento de su talento y su trabajo es un trofeo codiciado. Para algunos artistas, sin embargo, ese trofeo es secundario a la realización de lo que ellos asumen como su misión en la vida.
Linda Briceño fue bendecida por Dios al nacer con un talento musical innato y ser criada en una familia musical. Su padre Andrés Briceño siendo un connotado músico y director de Orquesta, al descubrir muy temprano el talento de Linda para la música, se encargó de estimular y canalizar ese don. Es así como Linda toma la primera trompeta en sus manos a los 5 años de edad. El resultado de esta bendición es que Linda, con apenas 20 años, ya era una artista consagrada en su país natal, Venezuela.
Mientras Linda la artista (la trompetista consagrada) alcanzaba vertiginosamente su madurez musical, Linda la adolescente daba paso a la mujer en ciernes. Y esta mujer que florecía dentro de Linda traía una vision del mundo y del papel que debía jugar en él, que claramente transcendía lo puramente musical. Linda, la mujer, quiere dejarle a sus hijos un mundo mejor que el que ella se encontró al nacer. Y esta, es una ambición osada dentro de un presente en el que se estimula mucho lo superficial por encima de lo transcendental.
Es así como Linda, en fase de crisálida y cargada de sus sueños, larga el capullo con su trompeta en mano solo para descubrir muy pronto el deseo irreprimible de convertir su música en un instrumento para mejorar el mundo y a todos los que en él vivimos.
Aparece entonces la cantautora que en los últimos 3 años ha engendrado una pequeña pero importante colección de canciones de su autoría en la que se nos revela con sus anhelos de mundo, con sus decisiones de vida, con sus alegrías y sus tristezas. Esa brillante trompeta que hasta aquí nos la trajo, ha dado paso a una compositora y una voz que por muchas razones trascienden. Su primera producción discográfica TIEMPO, un trabajo mayormente auto-producido con la ayuda desinteresada del sello GUATACA y sus multiples amigos, plasma expléndidamente la belleza y la energía de su nueva faceta artística.
La vida se ha encargado prontamente de aplaudir el nuevo emprendimiento artístico de Linda. El 20 de Noviembre tiene la oportunidad de ganar dos premios Grammys Latinos en las categorías Mejor Nueva Artista y Mejor Disco Pop Clásico.
Feliz e independientemente de la decision de la academia a ser anunciada el 20 en el MGM Grand Garden Arena de la ciudad de Las Vegas, se vislumbra para ella una oportunidad real de ser una artista transcendente y a través de su música unirse al movimiento de los que trabajan día a día por un mundo mejor para todos.