En su debut en el Teatro alla Scala, este lunes 24 de agosto, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño, dirigida por el maestro Christian Vásquez, recibió una ovación que ameritó cinco bises
Prensa FundaMusical Bolívar – Mppdpsgg
Luego de su presentación a cielo abierto, en el Teatro Continuo di Burri, ubicado en el Sempione, en Milán, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño debutó ayer lunes, 24 de agosto, en el Teatro alla Scala, en una función que se extendió a petición del público. Dirigidos por el maestro Christian Vásquez, la orquesta demostró su talento, técnica y versatilidad con un repertorio con acento latinoamericano.
La especial velada, de dos horas y media, comenzó con la Obertura Candide, de Bernstein, un elegante preámbulo para la noche. Seguidamente, la orquesta se adentró en piezas del repertorio latinoamericano. Primero fue la Sinfonía india, de Carlos Chávez, que provocó gritos de ¡bravo! en el público. Inmediatamente, los jóvenes músicos ejecutaron de forma delicada y precisa la obra Margariteña que el maestro Inocente Carreño compuso para homenajear a su tierra natal: Venezuela. Los espectadores, de pie, reconocieron la actuación de la orquesta. Las emociones se multiplicaron en cada balcón y en la platea.
Después del intermedio, la SJTCV interpretó la Sinfonía fantástica, de Héctor Berlioz. Los músicos transportaron al público al relato del episodio de la vida de un artista e hicieron sentir la pasión y la energía que estaba concentrada en el escenario. La sala en pleno soñó, danzó, vio la escena en el campo, presenció la marcha al cadalso y llegó a la noche del aquelarre. La Juvenil Teresa Carreño hizo que todo el teatro viviera y sintiera el amor y la desilusión que plasmó el compositor en su obra. Tras el compás final comenzó la ovación. Siete minutos de aplausos y voces de bravo, hicieron que el maestro Vásquez regresara al podio para regalarle al público no un bis sino cinco que convirtieron al teatro en una total algarabía. La Obertura de Nabucco, de Giuseppe Verdi; Tico Tico no fubá, de Zequinha de Abreu; el Mambo N° 5, de Pérez Prado; nuestra Alma Llanera; y, ante los gritos del público, el Mambo, de Leonard Bernstein.
La orquesta se dio por completo sobre el escenario; así se lo propuso. “Tocamos con entrega y mucha energía, con el corazón, dedicado al maestro Abreu”, dijo Christian Vásquez al finalizar el concierto. La velada de estreno de la SJTCV en el Teatro alla Scala es la metáfora de lo que El Sistema está demostrando en Milán: que la música, la técnica, la disciplina y el talento no están divorciados de lo lúdico, el sentimiento y la pasión.
El debut de la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño de Venezuela es parte de la residencia artística que protagoniza en Milán el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo ente rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.