Vía: www.elcultural.com/MARÍA BORDONABA
El reciente estreno en el Reino Unido de “Hilary and Jackie”, sobre la vida de la gran violonchelista Jacqueline du Pré, se ha visto rodeado de una acalorada polémica que ha dividido profundamente a la opinión pública. El filme está basado en la biografía de la artista “A genius in the family”, que en 1997 publicaron sus hermanos, Hilary y Piers du Pré (y que acaba de aparecer en España bajo el sello de Mondadori). En la obra se revelan aspectos muy íntimos de la familia que, según algunos críticos, jamás deberían haber sido publicados. Uno de los hechos que ha causado mayor revuelo ha sido el conocimiento de la relación amorosa que Jackie mantuvo con el marido de su hermana. La película, con la que su protagonista, Emily Watson, opta al Oscar a la mejor actriz, se estrena en España dentro de unos días.
Otro de los aspectos de la biografía que ha sido duramente criticado es la imagen que se ofrece de los efectos provocados por la esclerosis múltiple en Jacqueline, un retrato tan cruel como la enfermedad en sí. En definitiva, el filme fluye en un terreno resbaladizo que oscila entre la genialidad y la monstruosidad de la artista, entre el sacrificio y una exigencia emocional absoluta. El único aspecto en el que la crítica ha mostrado unanimidad es en el excepcional trabajo de Emily Watson (“Rompiendo la solas”), que interpreta a Jacqueline, y Rachel Griffits (“La boda de Muriel”), como su hermana y también nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria. El director, Anand Tucker, se interesó por el proyecto desde que leyó el primer borrador: “No tenía ni idea de la profundidad del sufrimiento que Jackie había experimentado, ni tampoco de la increíble relación que había tenido con su hermana y del extraordinario sacrificio que Hilary hace simplemente por amor”. Tucker y Frank Cottrell Boyce, guionista del filme, conocieron a los du Pré, escucharon su versión de los hechos y se pasaron un año entrevistando a familiares, amigos y colegas que habían conocido a las hermanas.
Euforia irracional
El filme se divide en tres partes: la infancia de las dos mujeres, la adolescencia y la madurez, período éste en el que prima la perspectiva de Hilary y que muestra a Jackie ejerciendo un extraordinario y espeluznante dominio sobre el resto de la familia y que llega incluso a herir a su hermana y rival. En la última parte, sin embargo, se descubre a una mujer llena de inseguridades y aterrorizada por su terrible enfermedad. La esclerosis múltiple es un mal que afecta al sistema nervioso, al habla, a la visión y al movimiento del cuerpo, y que además provoca un grave transtorno de la personalidad. Así, la artista abusó de su familia verbalmente, sobre todo de su hermana, estaba sexualmente desinhibida, sufrió depresión o hypomanía (una euforia vital irracional mezclada con una autoestima exagedaramente alta, irritabilidad)… Se trató de un lento proceso degenerativo que terminó en 1987 con su muerte a los 42 años.
Los admiradores de Jackie rechazan este retrato y acusan a los autores de vengativos y envidiosos, al recordar que aun cuando Hilary tuvo unos comienzos brillantes como flautista, se vio pronto eclipsada por el virtuosismo que Jackie demostró con el violonchelo desde su infancia. Para Hilary, esta crítica ha sido una de las más dolorosas, ya que, según dice, sus decisiones nacieron del amor que sentía por su hermana. Hilary afirma que “el retrato que se ha hecho de mí es egoísta y falso, pero lo que los críticos no pueden entender (…) es que tanto el libro como la película nacieron a partir del amor y no de la envidia y la amargura. Nadie podía estar con ella mucho tiempo sin ser disminuido por mi hermana. La gente mantenía su amistad con ella en tanto en cuanto sólo la viesen en contada ocasiones (…) porque sin ser consciente de ello los destrozaba”.
La comunidad de música clásica es la que ha demostrado mayor indignación a través de una carta abierta de protesta que enviaron a “The Guardian” y que firmaban Andrew Lloyd Webber, Yehudi Menuhin, Itzhak Perlman, William Pleeth, Mstislav Rostropovich y Pinchas Zukerman. Según estos destacados músicos, el filme da una imagen de la mujer como un ser manipulador, y “ésa no es la Jackie que conocimos”. Webber fue más allá al contactar con la productora y exigirle que retirasen el subtítulo de “Una historia real” de los carteles publicitarios. La publicación de la carta fue a su vez criticada por los defensores de la película, para quienes los músicos era más fácil calificar a la cinta de escandalosa que aceptar la idea de que Jackie era un icono imperfecto. Como comenta su director, “ha sido demasiado doloroso para mucha gente contemplar la realidad sobre esta mujer, un símbolo, y ver cómo la enfermedad acababa con ella. Pero la verdad es que también se trata del retrato de alguien luchando contra la muerte de su propia luz, en vez de sentarse en un rincón a esperar el fin de sus días. Jackie estaba desesperada, fue cruel y terrible, pero creo que era porque estaba tan furiosa que fue su manera de rebelarse contra su situación personal”.
Una de las discusiones más interesantes que “Hilary and Jackie” ha provocado proviene del mundillo literario, que se cuestiona la legitimidad de la publicación de una biografía con un contenido que incluye información tan íntima. La primera reacción fue la del ex marido de Jacqueline, el pianista y director de orquesta Daniel Barenboim, que rechazó el uso de algunas grabaciones de la obra de Jackie para la película. Barenboim recrimina a los du Pré que no hayan esperado a que estuviese muerto para publicar el libro. “Una vida privada es una vida privada”, comentó tras la première del filme que se llevó a cabo durante el Festival de Venecia.
Su denuncia ha conseguido el apoyo de John Updike, que en el “New York Review of Books” calificó esta literatura de “Judes Biographies” (“Biografías de Judas”). Se refiere a aquellas obras escritas por familiares, amigos o antiguos amantes y que revelan detalles que el sujeto quizá hubiese preferido llevarse a la tumba. Los autores de la obra intentaron prevenir el ataque con la declaración de principios que encabeza el libro: “Estas son nuestras memorias. Este libro no se trata de una biografìa (…) simplemente de lo que ocurrió. Ofrecemos al lector la historia de nuestra familia desde su propio seno”.
Siempre mujeres inseguras
El momentos más delicado de la polémica llegó con las declaraciones de la sobrina de Jackie, Clare Finzi, en las que acusaba a sus padres, Hilary y Kiffer Finzi, de distorsionadores. Clare afirmó que su padre había tenido varias aventuras amorosas, con una tendencia a escoger mujeres inseguras de sí mismas. En su opinión, “es una pena que el genio de Jackie se vaya a ver ensombrecido por la vertiente sexual de la historia”. Las declaraciones de Clare pueden pecar de cierta condescendencia hacia un público que a pesar de haber tenido acceso a detalles íntimos de la vida de Jacqueline también posee argumentos suficientes para reafirmar la genialidad de una artista extraordinaria. El libro y el filme están ahí, pero también toda su obra grabada que, en definitiva, y más allá de cualquier agria polémica, habla por sí sola.