El programa, como es habitual, se nutre en su mayor parte de composiciones de la familia Strauss -Johann
Como ya hiciera los años 2006 y 2012, el director letón Mariss Jansons (Riga, 1943) volverá a dirigir a la Filarmónica de Viena el próximo 1 de enero para dar la bienvenida al 2016 con el tradicional Concierto de Año Nuevo. Muy posiblemente será una de las últimas intervenciones del director, quien en abril del 2014 había anunciado su retirada de los escenarios, tras un decenio al frente del Concertgebouw de Ámsterdam. Sus problemas de salud han sido constantes desde que en 1996 sufrió un ataque al corazón mientras dirigía La Bohème en Oslo que casi le cuesta la vida.
El programa, como es habitual, se nutre en su mayor parte de composiciones de la familia Strauss -Johann padre e hijo, Josef y Eduard-, pero también se abre a otros autores que, en esta ocasión, al celebrar la velada sus primeros 75 años, tiene una marcada presencia austríaca. De esta forma, se han incluido piezas de Robert Stolz y Carl Michael Ziehrer, con una concesión a un francés, Émile Waldteufel: eso sí, se trata de un vals, género en el que Waldteufel adquirió una notable fama; en esta ocasión se trata de la partitura titulada España.
Jansons, hijo también de director de orquesta, se formó en la extinta Unión Soviética. Estudió violín y piano en el conservatorio de la entonces Leningrado y amplió su formación en Viena y Salzburgo: su vinculación con Austria viene ya de aquellos años. Allí y en Berlín participó del magisterio de Herbert von Karajan antes de regresar a Leningrado para dirigir su Orquesta Filarmónica bajo los auspicios de otro de sus mentores, Evgeny Mravinsky. A partir de entonces su carrera despegó internacionalmente: dirigió formaciones en Noruega, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania. Sus frecuentes colaboraciones con la Filarmónica de Viena alcanzaron su punto culminante con las dos ocasiones en las que empuñó la batuta en el Concierto de Año Nuevo. La ciudad y Austria lo recompensaron con diversas condecoraciones y una nueva oportunidad para dirigir en el Musikverein el 1 de enero: un gran honor para la que probablemente será su despedida por todo lo alto.
Una cita obligada en el calendario clásico que cumple su 75 aniversario
Al ya habitual aire de celebración que preside el Concierto de Año Nuevo se suma en esta edición los festejos de una efeméride redonda: una de las citas obligadas del calendario de la música clásica alcanza su 75 aniversario. Si el Salón Dorado del Muikverein vienés constituye ya de por sí un escenario deslumbrante, en esta ocasión el recinto se llenará de flores gracias a una colaboración con jardineros y viveros de todo el país.
Solo un número relativamente pequeño de espectadores podrá vivirlo de cerca: debido a la alta demanda de localidades, la Filarmónica de Viena sortea en su web las entradas para el año siguiente. El plazo para optar a un billete y poder viajar a Austria en el 2017 se abre el próximo 2 de enero y finalizará el 29 de febrero. Muchos más serán los que lo vean en televisión: se estima que lo siguen unos 50 millones de espectadores de 90 países. Y quienes quieran disfrutarlo de nuevo tendrán también la edición en deuvedé.