Hallado en Praga un ejemplar de la cantata K.477a, siempre considerado perdida, de 1785
Vía: cultura.elpais.com | Por PABLO L. RODRÍGUEZ
Olvidemos por un momento la conocida obra teatral Amadeus, de Peter Shaffer, que Miloš Forman llevó magistralmente a la gran pantalla en 1984. Mozart y Salieri fueron más amigos que enemigos. Más colegas que rivales. Es bien sabido que compartieron escenario en Schönbrunn en 1786 durante los estrenos de Der Schauspieldirektor y Prima la musica e poi le parole, coincidieron después en Fráncfort en la coronación de Leopoldo II y asistieron juntos en 1791 a una función de Die Zauberflöte en Viena. El mito popular y romántico que retrata Amadeus surgió tardíamente en 1823, cuando un Salieri enfermo y demente confesó haber envenenado a Mozart.
Ahora podemos demostrar incluso que Mozart y Salieri colaboraron ocasionalmente en 1785 componiendo juntos una misma obra. El pasado 10 de enero el Schwäbische Zeitung daba a conocer el hallazgo en Praga de un ejemplar del libreto y la partitura de una cantata conmemorativa para voz y acompañamiento compuesta por Mozart junto a Salieri sobre versos de Lorenzo da Ponte. La Fundación Mozarteum, de Salzburgo, la prestigiosa institución que promueve desde hace más de un siglo la investigación acerca de la vida y la obra del compositor salzburgués, acaba de dar carta de naturaleza a este revelador hallazgo.
En junio de 1785 la famosa soprano inglesa Nancy Storace, que más adelante sería la primera Susanna en Le nozze di Figaro, de Mozart, perdió súbitamente la voz durante el estreno de Gli sposi malcontenti, de su hermano Stephan Storace, en el Burgtheater de Viena. Tardaría cuatro largos meses en poder volver a cantar y ello obligó a posponer su Ofelia en la nueva ópera de Salieri, La grotta di Trofonio. La feliz noticia de su recuperación fue celebrada en octubre con una breve cantata titulada en italiano Para la recuperada salud de Ofelia, donde colaboraron tres compositores: Mozart, Salieri y un tal “Cornetti” (un seudónimo por estar en cursiva, pero quizá también el maestro de canto Alessandro Cornetti). La prensa de la época dio cumplida noticia de la composición y de su distribución impresa por Artaria —incluso figura en el catálogo mozartiano desde 1937 con la referencia K.477a—, aunque nunca se había encontrado ningún ejemplar de la misma.
El compositor y musicólogo Timo Jouko Herrmann (Heidelberg, Alemania, 1978), especialista en Salieri, ha sido el responsable del hallazgo en la biblioteca del Museo checo de la música de Praga. Herrmann reconoce que ha sido fruto de la casualidad: “Tenía interés por consultar simplemente el catálogo de libretos de esa biblioteca por Internet para buscar obras de un discípulo de Salieri”. “Me alegré al descubrir el libreto de la cantata perdida, pero cuando me preguntaron si quería también la partitura impresa, no me lo podía creer”, añade. El referido texto de la cantata, que se inicia con el verso “Lascia la greggia, o Fillide”, contiene 30 estrofas y fue redactado por el famoso poeta de la corte imperial vienesa, Lorenzo da Ponte, libretista entre otras óperas de Le nozze di Figaro, Don Giovanni y Così fan tutte de Mozart. Da Ponte narra aquí la historia de los cuatro meses en que la Storace estuvo enferma, aunque emulando el estilo de la poesía bucólica italiana.
Además del libreto, el impresor de la corte imperial vienesa, Joseph von Kurzböck, añadió excepcionalmente unas páginas desplegables con la música de Mozart, Salieri y Cornetti. Se trata de una reducción en dos pentagramas para voz y acompañamiento, pues es probable que la obra estuviese originalmente escrita para soprano con varios instrumentos. Concretamente, la música de Mozart se limita a un Andante de 36 compases que se inicia con el verso “Quell’ agnelletto candido”. Ya se ha previsto una edición de esta cantata en la editorial Friedrich Hofmeister de Leipzig que se presentará en la Musikmesse de Fráncfort en abril. Por su parte, la Fundación Mozarteum de Salzburgo ha anunciado una primera interpretación de la obra el mes que viene en una adecuada reconstrucción que está preparando su descubridor.