El compositor y director de orquesta tenía 90 años y fue uno de los grandes del siglo XX.
Vía: caracol.com.co/
El destacado compositor y director de orquesta francés Pierre Boulez murió en Alemania, reportó este miércoles en París su familia, a través de un comunicado.
Boulez, quien hasta sus últimos meses de vida fomentó la música pese a una enfermedad, pereció a los 90 años en Baden-Baden, una ciudad de Alemania en el estado federado de Baden-Wurtemberg, en el valle del Oos.
El comunicado resalta que quienes “trataron y pudieron apreciar su energía creativa, su exigencia artística, su disponibilidad y su generosidad, su presencia seguirá siendo viva e intensa”.
El artista trabajó durante más de medio siglo en un propósito de fomentar la música culta en salas de concierto y llevarla a las nuevas generaciones.
Entre otras, dirigió la orquesta de Cleveland, la sinfónica de la BBC y la filarmónica de Nueva York, además de participar en la producción de varias obras recordadas “El anillo del nibelungo” en el festival de Bayreuth, en Alemania.
Cinco interpretaciones imprescindibles de Boulez
http://www.abc.es/ Por J. G. C. – caleroje
Con el Anillo Wagneriano comenzamos este homenaje al músico más influyente de la segunda mitad del siglo XX
Pierre Boulez fue sobre todo un compositor contemporáneo y un profundo filósofo de la música. Pero además de divulgar a los autores vivos supo afinar la música clásica al gusto contemporáneo. Pocos como él para poner pura transparencia en la interpretación de una orquesta. Así, uno de los más impresionantes trabajos de su vida fue el Anillo Wagneriano. Invitado por el Festival de Bayreuth en los últimos años 70 fue capaz de reinventar la ópera total de Wagner, limpiándola de retóricas y prejuicios ideológicos y engrandeciéndola como pocos, poniendo uno de los mayores talentos musicales de la historia al servicio de la realidad canora del alma humana. «Mi objetivo es deshacerme de la llamada tradición, que me resulta insoportable-dijo-. Me pregunto, ¿qué es tradición? Acaso está basada en los manierismos de alguien que se transmiten y transforman en el peor de los amaneramientos porque llega un punto en el que ya no tienen razón de ser. Todos tenemos nuestras maneras propias, seguro que yo también las tengo, pero no pido a nadie que las imite». Impresionante declaración que, en la versión discográfica del Anillo se acompaña de maravillosos ensayos sobre la música de Wagner, al que Boulez entrega en estado puro y en una de las mejores versiones del siglo.
Traemos aquí el preludio de «Das Rheingold», el «Oro del Rihn», verdadero pórtico de la Tetralogía, en el que Boulez hace nacer la música en el fango oscuro del río y dibuja como nadie las corrientes y colores de ese viaje desde las profundidades hasta el aire mítico de la saga, donde el canto estalla.