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Ante las malas condiciones del recinto, la Filarmónica de la Ciudad de México ensaya desde hace dos semanas en el lobby de la Sala del Centro Cultural Ollin Yoliztli
Los músicos de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) sostuvieron ayer una reunión a puerta cerrada y decidieron “nunca volver a tocar en la Sala Silvestre Revueltas, para evitar cualquier accidente a los músicos y a nuestro público”.
En el lobby de la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en donde ensayan desde hace dos semanas, también estuvo presente el músico Kevin Tiboche, segundo oboe de la agrupación, quien sufrió un accidente en el recinto a principios de febrero pasado, debido a que una lámpara explotó durante el ensayo y un fragmento le cortó el dedo medio de la mano derecha.
Hace unos días, su director artístico, José Areán, informó a la prensa que la Orquesta podría volver a su sede en septiembre próximo. Ahora, ante la negativa de los músicos, se espera que haya negociaciones sobre lo que pasará cuando concluyan las vacaciones de verano y se defina si el inmueble ha sido reparado y habilitado, y si los músicos desean volver a su sede.
Además, algunos integrantes han abierto páginas en Facebook con el nombre “Inconformes de la OFCM”, en el que han documentado con fotografías que el recinto se encuentra en malas condiciones.
En una de las páginas que está abierta a los usuarios, también han publicado videos para denunciar las grietas que existen en el estacionamiento del Centro Cultural.
También han mostrado una imagen de la mano lesionada de Tiboche y de los pedazos de vidrio que cayeron sobre los músicos.
Asimismo, informaron que será la Universidad Autónoma de México la que próximamente dará a conocer el dictamen que realizó al inmueble para saber en qué condiciones se encuentra el Centro Cultural.
Sobre los ensayos en el lobby del recinto, una usuaria escribió: “Ya no respetan ni tienen conciencia de los requerimientos mínimos para una orquesta de ese calibre”.
Tras el accidente, la Sala Silvestre Revueltas fue cerrada y se determinó que durante el resto de la temporada tocarían en el Conservatorio Nacional de Música y en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, pero fue hasta ayer cuando colocaron una manta para informar al público a dónde se puede escuchar a la orquesta.
Los músicos también publicaron en la red social, el jueves pasado, una imagen de la sala para advertir que no hay movimiento que indique que han iniciado las labores de remodelación.
EL UNIVERSAL documentó desde septiembre del año pasado que el Centro Cultural Ollin Yoliztli, la sede de seis escuelas artísticas de la Ciudad de México, presenta graves daños en varios de sus espacios, principalmente por las filtraciones de agua en los techos, además de que las instalaciones eléctricas no han tenido atención desde los años 90.