Vía: El País | Escrito por: Daniel Verdú
Desde hacía días se especulaba con el futuro profesional del director de orquesta Valery Gergiev. El ruso, director general y batuta principal del Mariinsky, así como titular también del la London Symphony Orchesta (LSO) había anunciado que no renovaría con la formación británica en 2015, cuando termina su contrato. Finalmente, hoy hemos conocido que el titular de Múnich, Lorin Maazel, abandonará su puesto ese año y será sustituido por Gergiev. Por el podio de la prestigiosa orquesta bávara han pasado directores como Sergiu Celibidache, James Levine o, más recientemente, Christian Thielemann.
El hiperactivo director ruso deberá ahora compaginar su extenuante labor en el Mariinsky de San Petersburgo con una plaza extremadamente exigente y que casa mal con las idas y venidas. Quién sabe los motivos. Sin duda el prestigio de la orquesta y su tradición han influido. Gran aficionado al fútbol y al FC Barcelona, como explicaba en la reciente entrevista que concedió a El País, coincidirá en Múnich con Pep Guardiola, el flamante fichaje del equipo de la ciudad. Un aliciente más.Gergiev firma por cinco años, hasta 2020. “La Filarmónica de Múnich es una orquesta muy importante con una larga tradición. Nos conocemos muy bien. Soy muy afortunado de poder intensificar nuestra colaboración artística”, ha dicho el director ruso. “Valery Gergiev es sin ninguna duda uno de los directores más importantes e influyentes de nuestra época”, se ha congratulado el responsable de asuntos culturales de Munich, Hans-Georg Kppers. Eminente recuperador del repertorio ruso y una de las figuras más importantes de los podios mundiales, a Gergiev, un superdotado de la intepretación y un genio para descubrir talentos (convirtió a Anna Netrebko en una superdiva de la lírica cuando la conoció limpiando los pasillos del Mariinsky) siempre se la ha reprochado también su frenético ritmo de actuaciones. Es probable que de ahora en adelante, la exigencia de Múnich le obligue a rebajarlo.