Miles de grandes mujeres comparten a diario la pasión de su vida, la música, con el complicado rol de madre, para ellas, el hecho de crecer en una orquesta sinfónica como familia artística les ha permitido otorgar a sus hijos más que una vida rodeada de música, gratas experiencias musicales y probablemente una cantidad superior de tíos afectivos que biológicos, como el caso de Rhomy López integrante de las filas de violines de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y que hace vida musical dentro de El sistema de Orquestas juveniles e infantiles desde los 10 años de edad, madre de Román Alejandro Tinoco López quien tiene 4 años de edad y nos cuenta de su experiencia en este sentido.

Rhomy: Llevar una carrera en la música sin descuidar el rol de madre si es perfectamente posible, siempre y cuando sepas organizar tu tiempo y estés consciente de que todo esto necesita una cuota extra de sacrificio, pero es perfectamente realizable.
Cuando me ha tocado salir de gira gracias a Dios he contado con la ayuda de mi familia, en especial de mi mamá, ha sido un gran apoyo al igual que mi papá, quien es de los abuelos niñeros y que ha cuidado a mi hijito afuera de los ensayos, sobretodo cuando son en horario no habitual.
No considero que haya tenido que sacrificar nada de mi carrera por ser mamá, pero la maternidad cambia la vida por completo ya después de un concierto sabes que debes irte rápido porque hay una personita esperando por ti.
A él le gusta la orquesta, de hecho lo he llevado a varios conciertos y se porta muy bien, en comparación a otros niños, él se mantiene alerta, atento y de hecho ya tiene algunos instrumentos favoritos, Mis compañeros por otra parte también me han apoyado mucho. No le faltan niñeras a mi hijo cuando he tenido que llevármelo a un ensayo o concierto.