En Gotemburgo (Suecia) finalizó este lunes, 17 de noviembre, la séptima gira internacional de la agrupación perteneciente al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela que fue aplaudida en 7 ciudades
Prensa FundaMusical Bolívar
Luego de conquistar importantes escenarios en Zúrich (Suiza), Hamburgo (Alemania), París (Francia), Viena (Austria) y de protagonizar el debut del Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en Zagreb (Croacia) y en Budapest (Hungría), la Sinfónica Juvenil de Caracas se presentó por primera vez en Gotemburgo (Suecia), ciudad que le abrió las puertas a Gustavo Dudamel como director titular de una orquesta internacional.
En la fría y lluviosa Gotemburgo se sintió algo del calor caribeño. No sólo en la primera parte del concierto ofrecido este lunes, 17 de noviembre, en el Konserthuset, donde tocaron Sensemayá, de Silvestre Revueltas; donde hubo un Mediodía en el llano, gracias al ingenio musical de Antonio Estévez, y dónde se escucharon pinceladas de la fiesta de la Cruz de Mayo con la obra Santa Cruz de Pacairigua, de Evencio Castellanos -que se robó los aplausos de la audiencia-, sino en la tarde del domingo, cuando un cuarteto de la orquesta tocaba El Diablo Suelto, de Heraclio Fernández, Un heladero con clase, de Luis Laguna, Señor Jou, de Pablo Camacaro, entre otros temas del folklore venezolano.
La actuación del cuarteto, conformado por Brandon Sulbarán, Josué Omaña, Mario Capodicasa y Alirio Torrealba, abrió otro concierto con un matiz distinto: el educativo y motivador. Los 120 jóvenes venezolanos compartieron un día entero con 150 niños y jóvenes de varias escuelas de Suecia donde El Sistema ha llevado su modelo pedagógico a 23 ciudades y que pretende llegar próximamente a 5000 niños y jóvenes.
Hace cuatro años algunas escuelas ya habían iniciado tímidamente este sueño. Un puñado de niños (sobre todo inmigrantes) comenzaron a estudiar música en grupo, a hacer de un instrumento parte de su vida y a convertir la música en un camino para identificarse con una sociedad totalmente ajena a la de sus padres o en la que vivieron sus primeros años.
Los chicos suecos llevaban con emoción la bandera de Venezuela, porque de allí vienen sus héroes de infancia, su inspiración. Las autoridades musicales de la Sinfónica de Gotemburgo, institución cultural que apoya a El Sistema Suecia, ya hizo una invitación para que una orquesta venezolana se presente en el 2017 y anunció que el maestro Dudamel dirigirá un concierto con cientos de niños del proyecto Campamento musical Side by Side, en el verano de 2015, en el que también participarán jóvenes venezolanos.
El último concierto de la gira terminó como empezó: con una ovación al maestro José Antonio Abreu, a quien el público reconocía por ser el creador de un modelo adaptado en 48 países. La ovación final tuvo más aplausos, los de la orquesta, que se volteó en pleno para agradecer al maestro. “Estos aplausos son para usted, maestro, a su dedicación, a las horas de ensayo con nosotros, a su rigor, que ha hecho que nosotros hayamos logrado este triunfo. Gracias por hacer esto por nosotros”, le dijo Dietrich Paredes al salir del concierto.
El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, cuyo órgano rector es la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Despacho de Poder Popular de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, continúa realizando esfuerzos por ofrecer oportunidades de desarrollo a la infancia y juventud del país y de naciones de todos los continentes.