“Estamos aquí cumpliendo un gran sueño de nuestro querido maestro José Antonio Abreu. Esta promoción de nuestros músicos, esta suerte de graduandos, es un nuevo y gran paso en la consolidación de la estructura orquestal del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Luego de haber creado la Sinfónica Simón Bolívar, un día como hoy, 5 de julio, hace 38 años; luego de haber formado la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, ahora la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño y la Orquesta Sinfónica de Caracas amplían nuestro abanico de orquestas de alto nivel. Con ellas también seguiremos formando a las próximas generaciones. Es un hecho histórico para El Sistema; un logro con el que hoy celebramos 205 años de nuestra Independencia”, señaló Eduardo Méndez, Director Ejecutivo de la Fundación Musical Simón Bolívar.
Con la energía impetuosa que las distingue y con los votos renovados, las orquestas mostraron un rostro más maduro y ofrecieron al público un repertorio musical que se paseó por algunas de las obras más emblemáticas de su desarrollo académico. Con destreza técnica asumieron la interpretación de piezas de compositores tan exigentes como Tchaikovsky o Wagner, y se pasearon por las complejidades poéticas del recién fallecido Maestro Inocente Carreño.
Bajo la batuta de Diego Matheuz, como director invitado, la Orquesta Sinfónica Francisco de Miranda, cuyo director titular es Andrés González, ejecutó con maestría y entrega la Obertura Fantasía Romeo y Julieta, del compositor ruso Pyotr Ilych Tchaikovsky.
La obertura de Los maestros cantores de Nuremberg, de Richard Wagner, fue guiada bajo la batuta de Christian Vásquez, director titular de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño. Esta agrupación dejó ver toda su destreza, energía y precisión, producto de la disciplina sostenida para su crecimiento artístico.
La ejecución final vino cargada del sueño de un venezolano ejemplar, Inocente Carreño. El público presente, al escuchar el nombre del reconocido compositor, no tuvo dudas para ponerse de pie, y agradecer nuevamente con aplausos su dedicación a la escritura de la música y expresarla en todas las manifestaciones de su vida. La Orquesta Sinfónica de Caracas, con la guía de su director titular, Dietrich Paredes, dejó sonar la Glosa Sinfónica Margariteña, provocando en muchos un nudo en la garganta y el ánimo de continuar exaltando las bondades de su legado artístico.
En la Sala Simón Bolívar volvió a vibrar el sentimiento por Venezuela cuando,al cierre del acto, tocaron unidas el Himno Nacional. De esta forma, las agrupaciones renovaron su compromiso de continuar difundiendo el lema “Tocar, Cantar y Luchar”, a través de su trabajo y de sus presentaciones en todos los escenarios abiertos al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela