Vía: El País.com | Daniel Verdú
Anne-Sophie Mutter y la Filarmónica de Berlín se unen para grabar el ‘Concierto para violín’ de Dvořák
Para muchos se trata de la mejor orquesta del mundo y una de las mejores violinistas. Y hacía mucho que no se cruzaban. Pero la Filarmónica de Berlín y Anne-Sophie Mutter vuelven a encontrarse 30 años después en el escenario de la Philharmonie berlinesa para grabar un disco. Una reunión que remite a aquellos años en los que la carrera de Mutter se forjó junto a la leyenda de Herbert von Karajan, por aquel entonces director de los berliner. Aquella última vez tocó el Concierto en sol mayor de Mozart. Esta vez, y tras un incomprensible paréntesis de tres décadas, Mutter y la formación alemana han grabado el Concierto para violín de Dvořák. Al frente de ambos portentos se colocó Manfred Honeck, director de la Sinfónica de Pittsburgh (que, por cierto, debutaba en el exigente podio de la Philharmonie).
EL PAÍS estrena el resultado de esta importante reunión musical en Berlín. Un emocionante concierto que la violinista eligió grabar también la Mazurek op.49, escrita para el español Pablo de Sarasate en 1879, y la Romanza en Fa menor para violín y orquesta op.11. Además, presentamos también en exclusiva el vídeo del making of de la grabación, que incluye entrevistas con Mutter, Honeck y algunos miembros de la orquesta.
Tras su retrospectiva Mozart en 2006 y su vuelco en la música para violín de Beethoven, Anne-Sophie Mutter quiso afrontar el Concierto de Dvořák. Fue un largo proceso de revisión de la partitura, como explica en el vídeo. “He tocado el Concierto para violín de Dvořák durante muchos años y siempre me he sentido muy a gusto con sus melodías profundamente melancólicas y con sus desafíos técnicos”, señaló Anne-Sophie Mutter para la presentación de este disco. “Estas habrían sido para mí razones suficientes para grabarlo hace décadas. Pero siempre lo dejaba aparcado y siempre parecía haber otras obras que requerían más mi atención. Grabar este maravilloso concierto con la Orquesta Filarmónica de Berlín y Manfred Honeck, pocos meses después de nuestros conciertos especiales para el Digital Concert Hall, llega justo en el momento perfecto. Sabía que era la ocasión adecuada para profundizar hasta la esencia misma de esta extraordinaria composición”.
La violinista defiende la pieza y atribuye a las arbitrariedades que rigen las modas musicales que se interprete menos que otras grandes obras. “Es cierto que el Concierto para violín de Dvořák no se ha tocado con tanta frecuencia como los de Brahms o Beethoven”, explicó Mutter. “Pero, extrañamente, lo que se toca ahí fuera de forma regular son sólo un puñado de obras y parece tratarse también de una cuestión de las modas imperantes en cada momento”. Las modas, justamente, surgen de grabaciones e interpretes como estos.