El conocidísimo tema ‘No mystery’ de sus tiempos de Return to forever le sirvió para terminar el concierto en medio de una ovación con todo el público de pie
Vía: www.ideal.es | Por JUAN JESÚS GARCÍA
A Stanley Clarke le llamaban con 25 años ya ‘The legend’, ahora casi en las setentena los es tres veces más. Su concierto despidió la edición XXIX de Jazz en la Costa de nuevo con el cartel de ‘no hay entradas’ y con un actuación descomunal. Y eso que le faltó un músico (¡deportado a Rusia por falta de visado!), uno de los tres veinteañeros que lleva de gira y que son, especialmente el baterista Michael Mitchell unos fueras de serie. Hablar de Clarke es hacerlo de exprimir todas las posibilidades de su instrumento, sea acústico o eléctrico a velocidades supersónicas y con un virtuosismo inalcanzable para sus homólogos bajista, que desde Almería a Cádiz acudieron para presenciar semejante master class.
El conocidísimo tema ‘No mystery’ de sus tiempos de Return to forever le sirvió para terminar el concierto en medio de una ovación con todo el público de pie.