Escrito por Fátima Fernández | Músicos de Alto Rendimiento
Durante la temporada de vacaciones o descanso, algunos músicos bajan sus niveles de actividad y estrés, dejando de practicar por varios días, sin bien es cierto que el descanso es necesario, también la musculatura se adapta a este, encontrándose inactiva ante el propósito de ejecutar el instrumento.
Pareciera irrelevante el hecho de solo volver a tocar el instrumento, pero al estar en descanso cada uno de los músculos utilizados para la ejecución, (activándose únicamente para actividades de menor esfuerzo), implica un importante cambio en la resistencia, fuerza y también en el resultado musical (sonido e interpretación).
Retomar el ritmo habitual de práctica sugiere sobrecargar la musculatura, generando consecuencias como: fatiga o cansancio físico, dolor en las articulaciones, dolor de espalda, aparición de ulceras en los dedos, en el caso de instrumentistas de viento dolor o cansancio en los músculos de la cara así como roturas en el labio.
A partir del descanso también surgen elementos psicológicos a tomar en cuenta como el sentimiento de culpa por no haber practicado durante el periodo de vacaciones, lo que genera ansiedad ante el hecho de retomar el instrumento, pues este factor además de promover en el músico, la necesidad de iniciar en el mismo nivel de práctica antes del descanso, puede provocar un aumento súbito de los niveles de estrés haciendo que la musculatura acumule tensiones.
Comenzar de una manera progresiva en cuanto a dificultad, velocidad, y tiempo no es suficiente. Debe existir además una preparación y reentrenamiento de la musculatura, en el que debe estar incluido el calentamiento, fortalecimiento, y relajación. Otro aspecto importante es la planificación del estudio tomando en cuenta 3 aspectos principales: la técnica, el repertorio, y la dificultad; esto desde el punto de vista musical. Desde el punto de vista corporal se debe considerar la postura, respiración, y la concentración que también pueden variar posterior al periodo de descanso.
Una rutina corta de ejercicios básicos para reiniciar la ejecución instrumental luego del periodo de vacaciones incluye:
-Movimientos del cuello: iniciar con una postura adecuada, estando muy consciente de la respiración, inclinar la cabeza hacia adelante, llevando la barbilla al pecho, respirar, y comenzar a realizar movimientos de rotación a cada lado llevando la barbilla hacia el hombro lentamente; volver a la posición inicial y ahora realizar movimientos de inclinación del cuello a un lado y al otro (repetir este ejercicio 5 veces).
-Movimientos de los hombros: Tomando en cuenta la postura correcta, respirando, llevar los hombros hacia las orejas tensando al máximo la musculatura y soltar el aire bajando, relajando los músculos, contando 5 repeticiones. Seguidamente realizar movimientos de rotación de los brazos (simulando nadar) durante 15 segundos.
Finalmente relajarse llevando todo el tronco lentamente hacia adelante y sacudiendo ligeramente ambos brazos, mantener la posición durante 20 segundos y volver al inicio.
Organizar la forma y estrategia que se va a emplear durante la práctica es una herramienta que no solo beneficia al músico en relación a su rendimiento, sino que además es parte de las alternativas de prevención de lesiones; una idea para comenzar es preparar la musculatura con ejercicios específicos, luego iniciar con el trabajo técnico (escalas, arpegios, estudios), seguido del repertorio y volver a la calma a través de la relajación; también es importante considerar las pausas activas de 15 minutos por cada hora de práctica, la progresividad del estudio y la revisión técnica de pasajes difíciles como parte del plan de estudio luego de las vacaciones.
Fátima Fernández
Terapeuta ocupacional especializada en músicos
“Entrenando Músicos de Alto Rendimiento” musicosdealtorendimiento@gmail.com
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