Vía: EL Golfo.info | El director venezolano Rafael Payaré (Anzoátegui, 1980) se considera un hijo de El Sistema. Su fundador, José Antonio Abreu, lo convenció de abandonar su instrumento, el corno, para subir al podio
MÉXICO, DF.- El director venezolano Rafael Payaré (Anzoátegui, 1980) se considera un hijo de El Sistema. Su fundador, José Antonio Abreu, lo convenció de abandonar su instrumento, el corno, para subir al podio.
Ocurrió después de una conversación en la oficina de Abreu en Caracas. Payaré quería discutir sus planes: si ofrecer conciertos como solista o ir al interior a dar clases de corno.
El veterano maestro comenzó a hablarle de los directores de orquesta: hay algunos que con mucho esfuerzo y dedicación pueden lograr ser buenos pero no hacen la diferencia; otros, con mucho talento pero sin disciplina; otros muy talentosos y dedicados pero sin liderazgo.
Payaré escuchaba impaciente. Hasta que Abreu le anunció: “Hay otros que nacen para ser director, tienen un liderazgo natural y se cuentan en el mundo con las manos. Tú eres uno de ésos y si me permites, yo te puedo mostrar el camino”.
Desde entonces, la carrera de Rafael Payaré ha sido un torbellino.
Empezaron las clases con Abreu. Él ha sido su mentor, su único profesor de dirección. Y también casi un padre. Cuando el padre de Payaré murió, en 1999, Abreu en el funeral le hizo una promesa: “Sé que el puesto de tu padre nadie lo puede reemplazar pero considera que siempre estaré ahí para ti”.
Cuando Payaré se preparaba para dirigir su primer concierto sinfónico con la Orquesta Juvenil de Caracas, en 2009, Abreu se aparecía en los ensayos, o grababa con una cámara y luego, discutían en privado. Payaré debutó con la Sinfonía 35, de Mozart; la Obertura de la Gran Pascua Rusa, de Rimsky-Korsakoff, y la Segunda Sinfonía, de Tchaikovski.
Por sus responsabilidades con la Orquesta Simón Bolívar no tenía tantas oportunidades de dirigir, hasta que tuvo que elegir. Su amigo, el director Gustavo Dudamel, tuvo que dejar ir a su corno principal. “Esto es como un cuchillo para mi garganta”, le dijo el director de orquesta. “Pero no soy quien para cortarte las alas”.
Su amistad data desde 1994, en la Orquesta Nacional Infantil de Venezuela. Dudamel era violín y Payaré, corno. Dudamel ya en 1999 era director de la orquesta. Juntos trabajarán este año en Los Ángeles en el montaje de Las bodas de Fígaro, de Mozart. Payaré lo asistirá en la dirección.
Ahora, el director venezolano está de vuelta en México. Esta vez como director y no como atrilista. Dirigirá a la Orquesta Sinfónica Nacional este viernes y domingo con un programa que incluye la Obertura trágica, de Brahms; el Concierto para arpa y orquesta, de Boieldieu y el Concierto para orquesta, de Bartok.
El director huésped viene precedido por su triunfo en mayo de 2012 en el concurso trienal Malko para jóvenes directores en Copenhague, Dinamarca, que tuvo como presidente del jurado a Lorin Maazel.
El premio era dirigir 24 conciertos durante tres años. Payaré ya ha hecho 21, solo tres resultado del concurso, el resto han sido invitaciones de las orquestas interesadas en contar con su batuta.
Desde el concurso, Payaré tiene un nuevo mentor, el propio Maazel. Lo mantiene informado a través del correo electrónico. “Con 50, 60 años de carrera lo ha visto todo”.
El joven director venezolano irá a Virginia este año al prestigioso festival de Castleton para dirigir la Quinta de Mahler. “Estar con Maazel es como estar con una biblioteca. Es un gurú”, asegura.
Payaré mira hacia atrás. Se recuerda como un niño de 13 años que escucha maravillado, sin saber qué es, la Obertura 1812, de Tchaikovsky, y a los pocos días, su llegada al núcleo de El Sistema en Puerto La Cruz, donde le pusieron un corno entre las manos.
Ahora esta al comienzo de una carrera internacional. “Ha sido como un sueño. Trato de recorrer con los músicos de diferentes orquestas mi manera de ver la música. Tener esa interacción del director con la orquesta”, expresa.
ASÍ LO DIJO
“Soy un hijo de El Sistema. Todos mis conocimientos los he obtenido en Venezuela. Soy de alguna manera embajador de El Sistema, que no es simplemente compartir cómo funcionamos en Venezuela. Un pedagogía poco ortodoxa”.
Rafael Payaré, director de orquesta venezolano.